Un niño de 13 años lanza fuera a propósito un penalti mal señalado
- Inicie sesión o regístrese para enviar comentarios
- 6.485 lecturas
Este fin de semana comentaremos la acción que sucedió en Alemania, donde Aaron Hunt le confesó al árbitro que se había tirado y este dio balón a tierra. En este partido de infantiles en La Rioja, el colegiado no se dejó convencer y el penalti se ejecutó. El extenso y bonito reportaje lo firma José Martínez Glera en larioja.com.
¿Se imagina que un jugador le diga a un árbitro que se ha equivocado, que no ha sido penalti sino falta fuera del área? ¿Y que ese jugador tenga 13 años? ¿Y que no conforme con la decisión del colegiado, mande el balón fuera? Desde luego, no es habitual en el pícaro mundo del fútbol, pero es la excepción lo que llama la atención. Y todo eso ocurrió el sábado en Pradoviejo, si bien la noticia no se quedó allí, sino que se extendió por muchos campos riojanos como un ejemplo de lo que significa anteponer la conciencia al ansia de triunfo. “El fútbol es un juego”, dice el gran protagonista. Una visión infantil y romántica alejada de la realidad.
Pradoviejo. Pasan unos minutos de las doce del mediodía. Luce el sol después de mucho tiempo de frío y lluvia. En el campo 3 juegan Berceo y Comillas. Infantil 2001. Dos clubes con tradición y rivalidad. Dos entidades en que amigos fuera del campo visten camisetas diferentes. El marcador señala una ventaja mínima del Comillas (2-1) en un partido que transita por el minuto 50, aproximadamente. David Cejudo, portero del Berceo, sale en busca del balón. Derriba al delantero azul. Falta a unos seis metros al borde del área, escorada a la izquierda, según relatan algunos jugadores y el técnico del Comillas, Javi Adán. El colegiado, José Miguel Alcalde, expulsa al portero verde. “La tarjeta roja fue justa”, admite Cejudo. Para sorpresa de todos, el árbitro señala el punto de penalti. Lío en la grada. Habitual. Los protagonistas que están sobre el césped no entienden qué está pasando. La falta fuera del área es clara.
Llega un punto en el que el partido se atasca. Se habla, pero no se llega a un acuerdo; en la grada, el descontento es absoluto, sobre todo en las filas del Berceo. ¿Qué se puede hacer? ¿Aprovechar el penalti para marcar el tercer gol o desperdiciarlo y tener la mente tranquila? “No sé lo que le pasó al árbitro. Todos nos podemos equivocar y no pasa nada, pero cuando todos los jugadores, de uno y otro equipo, te dicen que la falta es fuera del área, algo pasa. Se puede rectificar, sacar el balón fuera del área y punto. Diferente es que la falta sea a un metro del área porque no puedes estar siempre lanzando penaltis fuera. Pero es que la falta fue muy lejana. Tampoco puedes pensar mucho en ese momento. Desde luego, no en el resultado. En lo primero que pensé fue en Rodrigo, que miraba al banquillo como diciendo: «¿Y ahora qué hago? Es un partido de fase final y con marcador incierto, pero tomamos esa decisión. Así que la única opción que nos quedaba para ser justos con lo que había pasado y con los chavales era tirar el penalti fuera. Y eso es lo que pasó. Rodrigo lo tiró fuera. Luego, con uno menos el Berceo, el partido se nos puso de cara”, indica Adán.
Y de la conversación en el banquillo, entre técnico y jugador, al momento de la verdad, a los once metros. “Me voy a tirar el penalti, pero antes le pregunto a Javi Adán: «¿Verdad que tú quieres que lo tire fuera?”. Cogí el balón, lo puse en el punto de penalti y lo tiré fuera, a la derecha del portero. ¿Muy fuera? Si quiere el árbitro, me saca amarilla», admite Rodrigo Esteban, mientras Cejudo le escucha. “Es un gran gesto deportivo. Muchos deberían aprenden de él”, asevera. Tiene 13 años. Y, por supuesto, nadie piensa en una sanción para Rodrigo. “Nos han comentado que se puede amonestar al futbolista si se considera que ha tirado el penalti a fallar. No lo sé. Al final del partido, estuve hablando con el árbitro. Creo que se sintió solo, pero le expliqué que como no pudimos convencerle de que la falta era fuera lo único que podíamos hacer es fallar el penalti”, apunta Javi Adán.
El lunes era día de vuelta al colegio y a los entrenamientos. “La verdad es que me han vacilado un poco por la expulsión, pero nada más, aunque yo me quedo con el gesto”, admite Cejudo, que ayer se ejercitó de nuevo con sus compañeros. Rodrigo Esteban lo hizo el lunes y todos los integrantes de su equipo pudieron hablar con David. La pregunta a Rodrigo es sencilla: ¿Volverías a fallar un penalti si se repitiera la situación? “Hubiera preferido que el juego siguiera y ganar porque soy mejor. Desde luego, si se repitiera una acción como la del sábado, volvería a hacer lo mismo; si no, hay que ir a por todas, porque el Berceo es el Berceo”, apunta sonriente antes de anteponer la amistad al resultado.
“Al final, el fútbol es un juego. Hay jugadores del Berceo que son amigos míos y han sido compañeros, porque el año pasado estábamos jugando siete niños en el San Marcial y nos fuimos a diferentes equipos”, concluye. Poco más hay que decir. Bueno, que el partido acabó 6-1 a favor del Comillas. Sin más.
Fuente: larioja.com
Comentarios
#1
madremia ole ole !
#2
me distraeeeeeee
#3
El reglamento de futbol esta muy anticuado y es poco evolutivo, favoreciendo constantemente situaciones dramaticas que ayudan a mantener la idiotez en este mundo. Si un jugador va hacia porteria solo y se le derriba con todas las intenciones fuera del area no es correcto dar una falta y ponerle a todos los jugadores delante, por mucha targeta roja, el equipo es perjudicado en su acción propicia de gol. El reglamento tiene que cambiar las normas, pero a los vividores mentirosos del mundo del futbol no les interesa y mientras los de a pie seguiremos discutiendo y haciendo buenas acciones etico- deportivas en pro de una sociedad mejor.
#4
Ahi es donde se ven los reales valores del futbol, y en general del deporte! Ole por el.niño!!
#5
Muy mal. Si fue roja, fue por impedir una ocasión manifiesta de gol. De modo que lo honesto hubiese sido marcarse un gol en contra. Lo demás, sobra.