Y el árbitro, que se recupere de su crisis de ansiedad
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Uno pensaba que cuando unos aficionados saltan a por el árbitro, lo golpean y lo llevan contra una portería, lo mínimo que podría haber es una condena de los hechos y un poco de solidaridad con el deportista. Pues no. Lo triste no es que el club se defienda o alegue lo que considere conveniente, sino que en este caso es un medio de comunicación, “La Voz de Marchena”, el que hace una increíble crónica donde da la sensación de que el único culpable es el árbitro. La repasamos… si queréis seguir leyendo.
Empieza diciendo que “este mediodía ha venido de nuevo un árbitro que ha actuado con extrema contundencia contra el Marchena Balompié y ha parado el partido aparentemente sin motivos con 0-1 en el minuto 72 tras dejar con nueve de manera surrealista al equipo blanco”. Lo de “de nuevo” lo justifica porque, como no, hay una campaña en contra del equipo ya que “sin los clamorosos perjuicios arbitrales elevarían la cuenta total de puntos de 17 al menos a entre 25 y 30 puntos”.
Después de repasar los supuestos errores del árbitro en la primera parte, en la que sacó varias tarjetas “por hablar”, comienza la crónica de la segunda narrando la expulsión de un jugador por “mover la cabeza para evitar hablar después de la amarilla”. Aún por encima, otros jugadores recibieron tarjeta a continuación “por pedir explicaciones”.
Luego llega el minuto 72, cuando el árbitro para el partido, algo que el cronista no entiende aunque dice que “el grado de tensión era insostenible”, lo que no es especialmente importante ya que el público “estaba detrás del vallado”. No es la única contradicción del relato, ya que luego indica que el delegado local asume que “es imposible que individualmente pueda controlar la situación”. Pero no pasa nada, “sólo el subidón de la tensión provocado porque no se continúe el partido y como en el fútbol ocurre, lo que se lleva acumulado, que hoy ha jugado un papel muy importante”.
Sigue contando este medio que la Guardia Civil no puede acudir en la ayuda y los esfuerzos de la directiva del Marchena por controlar la situación, algo que no dudamos. Cuando el árbitro decide ir al vestuario, una persona se cruza “siendo exclamado por el árbitro en voz alta y no en muy buenos modales que esa persona se marchara. El público le responde acordándose verbalmente de sus antepasados y de sus familiares”. Nótese que aún parece más censurable la voz alta del árbitro que la actitud del público.
Los acontecimientos se disparan. Cuando pasa por el túnel de vestuarios, el asistente recibe un “manotazo inoportuno” (maravilloso adjetivo, como si hubiese manotazos oportunos) y luego, parece ser, que agrede a un jugador, algo muy natural sabiendo que esta él contra todos.
En esta crónica, lo que debía ser lo principal, que es la agresión a un árbitro, ocupa un par de párrafos. “Teniendo todos que sobreactuar precisamente en el empeño en salvar de la trifulca a los asistentes, el jugador que exclamaba ser agredido por un asistente, se dirige en el terreno de juego a por el árbitro, produciéndose una invasión por parte de varios aficionados que propinan golpes al colegiado, que acaba por caer dentro de la portería, sufriendo una crisis nerviosa de la que sale con la ayuda de Nona, Augusto, Nene, el propio David y varios directivos y aficionados que corren hacia el lugar, abortando rápidamente y de forma encomiable el altercado provocado por unos descerebrados, al igual que antes escoltando al trío arbitral, y le ayudan a recuperarse de su ansiedad, no sin soportar algún grito del árbitro exigiendo que no se le tocara cuando se le estaba ayudando”. Al menos una mínima condena a los hechos. Gracias.
La conclusión del artículo no puede ser más sorprendente. Cree que el Marchena ha cometido un grave error: “no retirar al equipo ante la actuación desproporcionadamente contraria que una vez más ha sufrido”. Y para terminar, lo más lamentable de todo: “Que cada uno saque sus conclusiones, que el árbitro se recupere de su crisis de ansiedad, y que todos los que alguna vez hayan deseado que el Marchena Balompié desaparezca, ya pueden ir descorchando el champán para celebrar la lenta pero intensa agonía de este club casi centenario al que entre unos y otros están abocando a su muerte”.
O sea, que el “árbitro se recupere de su crisis de ansiedad”. De sus golpes, nada. De la depresión que produce sufrir el lado más salvaje del fútbol y de la sociedad, nada. Sólo, un momento malo, una “crisis de ansiedad”.
Podéis leer el artículo completo: http://www.lavozdemarchena.es
Comentarios
#1
Gracias por compartir con todos nosotros toda esta amena información. Con estos granitos de arena hacemos màs grande la montaña Internet. Enhorabuena por esta web.
Saludos
#2
Buenas tardes, enhorabuena por este magnífico blog.
1.- Este joven árbitro pudo haber muerto o resultado muy gravemente herido para el resto de su vida.
2.- Creo que con esta crónica queda demostrado la escasa categoría moral y humana del vocero que ha escrito el artículo.
3.- Este joven árbitro pudo haber muerto o resultado muy gravemente herido para el resto de su vida.
4.- Queda demostrado también por qué a este tipo de gente no se les puede dar oportunidades de ningún tipo.
5.- Este joven árbitro pudo haber muerto o resultado muy gravemente herido para el resto de su vida.
6.- Es claro y evidente que tras estos lamentables hechos no puede volver a haber fútbol en Marchena al menos para lo que resta de temporada, en ninguna categoría.
7.- Este joven árbitro pudo haber muerto o resultado muy gravemente herido para el resto de su vida.
8.- Resulta muy necesario depurar responsabilidades penales contundentes que sean tipificadas no como faltas y lesiones sino como tentativa de homicidio.
9.- Este joven árbitro pudo haber muerto o resultado muy gravemente herido para el resto de su vida.
10.- Esto no es ningún hecho aislado; ni muchísimo menos.
11.- Este joven árbitro pudo haber muerto o resultado muy gravemente herido para el resto de su vida.
#3
Está claro, leyendo la noticia, que para el periodista está muy por encima la derrota de su club que la suerte que ha podido correr el colegiado. Pero no te debes sorprender. No hay valores ni respeto, ni en el fútbol ni en la vida.
#4
Esta crónica que mencionas es vomitiva, pero más vomitiva es la actitud de la mayoría de los "aficionados" (por llamarlos de alguna forma) del Marchena, que justificaban anoche en Twitter la actuación del público, alegando que Juande, que es mi compañero desde hace 3 años) se lo estaba buscando y que han explotado después de muchos meses.
De verdad, es de verguenza la mentalidad de algunas personas en pleno s.XXI., parece que el deporte no ha evolucionado nada desde el Coliseo Romano.
Un saludo, y gracias por dar la máxima difusión posible a éste escándalo.
Kike Ríos.