Cristina Kirchner y la bombeada del referí

En medio de un análisis sobre la preocupante violencia en las canchas argentinas, la presidenta argentina Cristina Kirchner soltó una perla (suponemos que serían cosas del directo), en la más o menos justifica que la grada se caliente cuando el árbitro se equivoca. Reproducimos el maravilloso artículo que hace de sus palabras Carlos Beer en el diario La Nación.

Un árbitro se equivoca en un fallo. La tribuna reacciona: "Si no quieren violencia que aprendan a cobrar". Luego seguirá la lluvia de piedras, alguna con la puntería exacta para acertar en la cabeza del referí. Después, la pelea con la policía, los heridos y otra mancha para el fútbol argentino en su lucha contra la violencia.

"Tenemos que lograr que un referí cobre bien porque cuando hay una bombeada que no se puede creer la gente se indigna y hasta el más pintado y el más educado quizá se manda un macanón". Esas fueron las palabras utilizadas por la presidenta Cristina Kirchner en la presentación del programa Saber para tratar de disminuir la violencia en las canchas. Lejos de apaciguar, eligió justificar la irracionalidad a partir de un error arbitral.

En esta línea, si un gobernante se equivoca, cualquier habitante del país podrá mandarse un macanón, como, por ejemplo, agredir a piedrazos a tal funcionario. Más si se tiene en cuenta que los políticos toman decisiones de mucho mayor injerencia en nuestras vidas que las de los árbitros de fútbol. Y a veces no se equivocan: roban.

Ningún árbitro salió a repudiar los dichos presidenciales. Tampoco lo hizo algún dirigente. Víctimas del poder, esclavos del Fútbol para Todos, mejor callarse ante quien manda y atragantarse los principios -si es que los tienen-. Pero con todo respeto, señora presidenta, no es ésa la forma de dar ejemplo. Ahora, si un árbitro falla y alguien le tira una piedra, el agresor podrá decir: "Fue una bombeada. Como dijo la presidenta".