La difícil llegada al vestuario de Patricio Loustau

Era un partido duro y hubo mucho que pitar. Sin embargo, nada justifica las imágenes del final del partido. Los jugadores rodearon al árbitro Patricio Loustau, que tuvo que ser protegido por la policía en los casi dos minutos que tardó en abandonar el césper. Peor aún fue lo escuchado en el túnel de vestuario, donde jugadores y dirigente lo insultan sin compasión.

Días después, Patricio Loustau habló. Primeramente, avisó que “desde la fortaleza anímica será imposible que me puedan vencer”, mientras que luego afirmó: “Yo me formé y me crié con Calabria, Bava, Espósito, Lamolina, mi padre… Todos hombres que dejaron algo en el arbitraje argentino; gente de bien y sana”.

A la hora de hacer una autocrítica por los fallos que cometió el viernes pasado en Victoria, no dudó demasiado: “Se cometieron errores y están a la vista. Me da bronca cuando los veo, pero va a haber un ‘clik’ el día que se entienda que hay que entender al error arbitral como parte del juego”. Y sobre el mismo tema, acotó: “Los errores que cometo se magnifican de una forma en la que no puedo salir de mi asombro”.

Otro de los temas a los que hizo referencia Loustau fue a la llamada “ley de compensación”. El juez negó rotundamente haber recurrido a ella porque “nos preparan continuamente para hacernos fuertes si sabemos que cometimos algún error”. Y sentenció: “No hay nada peor que querer solucionar un error con otro”.

Para el final, dejó un párrafo para Guillermo Marconi, Secretario General del SADRA, a quien acusó de defender solamente a los árbitros que pertenecen a su gremio: “Nunca haría diferencias yo. Me solidarizo con Pitana, Laverni, Pezzotta, Lunati… Los voy a defender al ciento por ciento, no como otra persona que habla del 50% de los árbitros argentinos”.