De los hijos de Piqué al bar de Welligton
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Ver a Mateu Lahoz dialogar con jugadores y entrenadores se ha convertido en una imagen habitual en los partidos que dirige el árbitro valenciano. A su particular manera de dirigir los partidos, admirada por unos y cuestionada por otros, Mateu suma una capacidad de interactuación con los protagonistas que apenas se encuentra entre sus colegas de silbato.
Fue Gerard Piqué, en los micrófonos de la SER, el que puso sobre aviso de que los diálogos de Mateu con los jugadores durante los partidos a veces tenían poco que ver con tirones de orejas, advertencias o peticiones de comportamiento. “Pepe me preguntó por mi segundo hijo en un córner. Entre él y Mateu, que también te pregunta por todo. Estaba atacando Cristiano y Mateu preguntándome por los niños”, explicó el central del Barcelona después del último Clásico.
Podía tratarse de un caso especial, una forma de quitar tensión a un partido cargado de dramatismo. Pero resulta que en el Málaga-Atlético de Madrid Mateu repitió el guión mostrando que a la hora de preparar los partidos va mucho más allá de saber qué hacen los jugadores en el terreno de juego.
"Al terminar el partido, Mateu me preguntó por la próxima apertura de mi bar. A mí me extrañó. Seguro que ve los programas de televisión. De todas formas, el bar ya está abierto y, si viene, lo trataré lo mejor posible", explicó en la Cope Welligton, el central del Málaga para explicar las imágenes en las que, al acabar el encuentro, parecía que discutía con el árbitro. No era la primera vez que al brasileño le sucedía algo parecido con Mateu: "En otro partido me preguntó por mi coche, por mi escarabajo".
Los diálogos de Mateu no son sólo conocidos en España. En Dortmund se le conoce bien. Esta temporada ha tenido dos intensos cruces de palabras con Jürgen Klopp. Al técnico del Borussia le pidió respeto en la visita de los alemanes al campo del Galatasaray en octubre. En la ida de octavos, en Turín, las cámaras captaron un intenso intercambio de opiniones entre Mateu y un Klopp que no entendía que no hubiera expulsado a Vidal por pisar a Reus y que una durísima entrada de Pogba que lesionó a Piszczek quedara impune.
La peculiar manera de dirigir los partido de Mateu se ha convertido en una marca personal que tiene detrás más trabajo que el físico o el técnico.
Fuente: marca.com
Comentarios
#1
Bueno lo de Mateo ya pasa de ser un dialogo normal durante un partido sobre situaciones del mismo a ser el REY de los monologuistas,repito lo que ya comente otra vez,ciertos periodistas le hicieron creer que era el no va mas del mundo arbitral,que asi se dirige un partido a la europea,(ya me diran si hay otro reglamento )y por su forma de ser se lo creyo,tiene dos varas de medir ,una cuando arbitra a un equipo de renombre y otra para los demas,la mejor imagen es ver como realiza las amonetaciones,a los primeros lo hace levantando la tarjeta a la altura de su cara encogendose y como disculpandose,a los segundos con energia levantando la targeta a lo mas alto y con gesto hosco y a veces dandole una reprimenda,en los ultimos partidos que lo hemos podido ver cometio errore de bulto pitando penltys que no eran y dejando otras que si lo eran sin pitar,hay que reconocerle que es un libro muy dificil de estudiar,y para rematar recordar lo que ensalzan los llamados peridistas deportivos, a MATEO no le protesta ni DIOS porque el es DIOS.
#2
Noé eres árbitro, no anton?