Un trágico accidente se lleva a un compañero navarro
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El infortunio se transformó en tragedia en la madrugada del sábado al domingo. Un joven vitoriano, Álvaro Mambrilla Herrero, árbitro, murió a las 6.19 horas al ser arrollado por la rueda trasera de un autobús. Álvaro, de sólo 20 años, era árbitro de Primera Regional del Comité Navarro, aunque había iniciado su carrera en Vitoria.
Había acudido junto a sus amigos a celebrar allí la fiesta de graduación de los grados de Enfermería, Magisterio e Historia de la Universidad de Navarra. Además del acceso a la celebración, la entrada, que habían adquirido por ocho euros, incluía también el desplazamiento de vuelta a la capital navarra.
Poco después de que la fiesta finalizara, Álvaro se disponía a coger en el parking el autobús de regreso a Pamplona, pero había un problema. Según relataron a este periódico testigos presenciales, las plazas de autobuses no iban a ser suficientes para poder recoger a todos los asistentes, y los chicos y chicas lo sabían. Así, cuando los buses llegaron al aparcamiento los centenares de jóvenes presentes en el parking del castillo de Gorráíz echaron a correr al unísono a la búsqueda de un asiento, creando un cierto caos en el que, según la versión proporcionada por el Gobierno de Navarra, el gasteiztarra de 20 años tropezó y cayó al suelo junto a un autocar con tan mala suerte que, justo en ese momento, el conductor se encontraba maniobrando y arrolló con la rueda izquierda al chico.
Cuando la ambulancia medicalizada del cuerpo de Bomberos de Cordovilla llegó el lugar del accidente sólo pudo certificar el fallecimiento de Álvaro Mambrilla, que actualmente estudiaba el tercer curso de Ingeniería de Tecnologías Industriales en la Universidad Pública de Navarra. Los estudiantes presentes narraron después a la Policía los momentos de angustia y descontrol que se habían vivido en el aparcamiento durante los quince minutos que la ambulancia tardó en presentarse.
La noticia sacudió la capital alavesa desde primera hora, especialmente el colegio Marianistas en el que cursó sus estudios desde pequeño y por el que también pasaron sus hermanas mayores. Álvaro, un "muy buen estudiante" según le recuerdan sus profesores del centro gasteiztarra, era también un gran aficionado al fútbol.
Además, también jugaba en un equipo de fútbol junto a otros compañeros de la facultad de la UPNA, como ya hiciera previamente con sus amigos de Gasteiz. Ayer, los campos de fútbol de gasteiz donde arbitró fueron escenario de un minuto de silencio en memoria de este joven que acudió a disfrutar de una noche de diversión para celebrar una graduación universitaria y acabó sufriendo un accidente de fatales consecuencias.
Descansa en paz, compañero
Fuente: noticiasdealava.com
Comentarios
#1
Bueno esta vida es asi con positivas y negativas lo lamentable es la perdida de una persona joven que habria sido util para miles de personas como en el deporte , ysalud no apresurarse en esta vida ganemoles a la muerte que es lo mas feo de este mundo mucha fuerza a su familia, amigos, profesores, y toda persona buena.