“Le pedimos que dejase de arbitrar, pero era su pasión”

Como si de una premonición se tratase, los hijos de Ricardo Portillo le habían suplicado que dejase de arbitrar en la Liga de Utah debido al riesgo que entrañaba la creciente violencia de esta Liga. Un puñetazo de un joven acabó con la vida de este hombre, de origen mexicano, a los 46 años de edad.

Se van conociendo más datos sobre la tragedia. Parece ser que la agresión le sobrevino mientras estaba apuntando una tarjeta amarilla mostrada al guardameta, el jugador de 17 años que le causó las lesiones fatales. Aunque en principio no parecía revestir tal gravedad y de hecho no perdió la consciencia, Ricardo empezó a vomitar sangre minutos después. Después de una semana en coma, acabó falleciendo el pasado sábado. Los datos de la autopsia no se han conocido y la familia ha anunciado que donará sus órganos.

La Liga Continental de Fútbol de Utah ha incluido en su web de Facebook (https://www.facebook.com/home.php#!/ligacontinental.utah?fref=ts) un homenaje al árbitro fallecido, con fotografías como juez y como jugador. También ha abierto una cuenta bancaria para hacer donativos y ayudar a la familia.

Su presidente, Mario Vázquez, quien era también amigo de Portillo, dijo que todo el mundo en la Liga le tenía mucho respeto. “Él amaba este deporte y su trabajo. Siempre tenía un gran sentido del humor y estaba en todo en momento al servicio de los demás”, comentó. “Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia en estos difíciles momentos”.

El joven fue detenido, pese a que cuando la Policía llegó al campo de fútbol ya se había escapado. Mientras, la situación de Ricardo empeoraba en el hospital y Johana, su hija, desvelaba en una rueda de prensa que sus hijos le habían pedido a Ricardo que dejase de arbitrar, algo que resultó imposible. “Era su pasión”, comentó Johana. “No pudimos convencerlo”.