“Muchos entrenadores sólo van a ganar y los padres, a salir de pobres”

José Antonio Mijares, presidente del Comité de árbitros de la Federación Vizcaína de Fútbol, muestra su preocupación por la actitud de padres y entrenadores en el deporte escolar. Por su comportamiento, una mala influencia. Considera el excolegiado internacional que se debe desarrollar un trabajo de concienciación de que, a esas edades, el fútbol es “educación, enseñar unos valores”, que el triunfo queda a un lado. Porque, de lo contrario, los chavales se 'torcerán'. “El niño que hace trampas en benjamines, llega a juvenil y es indomable”.

– ¿Existe preocupación en el Comité por las actitudes hostiles hacia los árbitros?
– Los mayores problemas se dan en el deporte escolar. Pero se va corrigiendo. Lo problemático son los padres.

– ¿Es peor lo que ocurre en las gradas?
– La función del deporte escolar, lo que quiere la Diputación, es que los niños hagan deporte. Y el problema es que los entrenadores y los padres quieren que hagan deporte, sí, pero que se gane. Se les hace muy competitivos desde pequeños. Y surgen muchos problemas porque los entrenadores deberían enseñarles unos valores, una educación, pero la mayoría –no todos– van a ganar. Y los padres creen que tienen hijos que les van a sacar de pobres. Y no se fijan en que lo que deben hacer es disfrutar, aprender y hacer deporte.

– ¿Se toma demasiado en serio?
– Se deja la educación a un lado.

– ¿Qué influye más:la educación, lo que ven los niños en la televisión...?
– Los niños, cuando meten un gol, hacen los gestos que ven a las estrellas. Cuando hay un entrenador que no les sabe dirigir, que no les hace ser rectos... Para ellos el entrenador es como un ídolo. Lo que diga va a misa. Y si luego tienes a los padres que saben de entrenadores –el técnico dice a los niños una cosa y ellos le dicen lo contrario–, saben de arbitraje... No saben de nada. Sólo vuelven loco al pobre niño.

– ¿Han pensado una solución entre el Comité, la Federación, los clubes y la Diputación?
– La Diputación está muy sensibilizada con el fútbol escolar. Se ha creado la tarjeta negra. Se trata de erradicar actitudes machistas, xenófobas... Ha habido partidos escolares en los que ha intervenido la Ertzaintza, porque ha habido agresiones entre los padres. ¡Vaya ejemplo!

– ¿Les preocupa más este aspecto que que se pueda producir una agresión entre los jugadores?
– Son niños. A estos niños se les arbitra solos: son muy inocentes. Pero muchas veces les malmeten, les enseñan trampas muy pronto... Y esos chavales son esponjas: aprenden lo malo enseguida. Este año se ha instaurado la tarjeta negra, para todo este tipo de acciones en las que los entrenadores no saben comportarse y, sobre todo, el público; los padres. Se hace una primera advertencia, con una tarjeta negra, y si se produce una segunda amonestación se suspendería el partido.

– ¿Han tenido reuniones con los clubes para concienciarles de que esto se tiene que acabar?
– La Federación ha hecho reuniones con presidentes, se ha hablado sobre los escolares. Se deberían hacer reuniones con los padres y los entrenadores para marcar unos objetivos de educación, disciplina...

– Es que si no se educa a tiempo...
– El niño que empieza desde benjamines con trampas llega a juvenil y es indomable.

– Y luego se producen sustos.
– Son irrespetuosos, tanto con el árbitro como con un contrario, e incluso con sus entrenadores: asimilan hasta mal cuando son sustituidos. Volvemos a lo mismo: lo que ven en la tele.

– ¿Cómo deben actuar los árbitros cuando hay una actitud hostil?
– Tienen que aguantar. Pero hay árbitros...

– ¿Alguno lo ha dejado por miedo?
– Sí.

– ¿Muchos?
– No. Es curioso, incluso hay 'chavalitos' que, en cuanto hacen tres partidos en escolares, lo dejan. Les puede la presión. Si han tenido un partido con muchos gritos...

– ¿Hay gente que se mete a árbitro porque no llega a futbolista?
– También tenemos mucho jugador arbitrando. Se tienen que dedicar a una cosa; si eres árbitro, prepara tus pruebas físicas, prepara tus exámenes... Y verás cómo tiras para arriba. Pero muchas veces no saben lo que quieren. Pero hay que reconocer que estamos en una época de crisis.

– Y se ve el arbitraje como una forma de ganar dinero.
– Hay jóvenes que tienen verdaderos problemas en casa, y les viene muy bien sacarse 20 ó 30 euritos el fin de semana. Aunque muchos luego se enganchan al arbitraje.

– ¿Reciben muchas quejas de equipos por la actitud de los árbitros?
– Sí. Por soberbia. Normalmente suelen llamar cuando hay unas actitudes soberbias, chulescas.

– ¿Y cómo actúan?
– Me fío de los clubes. Están colaborando. Y se les sanciona.

– ¿Cómo?
– La 'nevera'. Y si es muy grave o hay reiteración se les expulsa. Pero hemos sancionado a cinco o seis.

– ¿Han tenido que recurrir a la Ertzaintza en los últimos tiempos?
– En algún partido sí.

– Me imagino que irá el fin de semana por los campos de Bizkaia, ¿cómo reacciona cuando se encuentra un público hostil?
– Yo lo paso mal. Sufro mucho, por los árbitros: ves a críos de 16 años, con jugadores de 30 años o más. Y luego lo que tengo que aguantar con la gente que me conoce de que si yo soy el culpable, que éste es malo...

– ¿Teme que se produzca alguna agresión?
– Tampoco pongo la mano en el fuego. Porque un día te sale un desesperado y se puede liar.

– ¿Se puede estar tranquilo en el deporte escolar?
– Si me hablas de una agresión a un árbitro o entre jugadores, sí. Peor es cuando se enzarzan padres de un equipo y otro. Los padres son los que tienen que dar ejemplo, y no lo hacen. Me gustaría que hiciera la prueba cualquier padre que sabe tanto de reglamento y que salga a dirigir un partido de infantiles... Que hagan la prueba esa y ya verás como tendrán problemas.

Fuente: elcorreo.com