Padres-entrenadores en las gradas (artículo de Nuria Castellanos)
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Frases como “que no te enteras”, “vete a arbitrar a tu casa”, “estás cegato o que”, “niño, que estás dormido, espabila” u otros insultos que prefiero no citar las podemos escuchar desde las gradas los fines de semana en los partidos infantiles/juveniles de futbol, básquet, balonmano u otros deportes procedentes de los padres. Pero, ¿esta es la actitud, comportamiento y el vocabularioque queremos transmitir a nuestros hijos?
La mayoría de los padres apuntamos a nuestros hijos a hacer deporte para que se diviertan, se relacionen y porque es sano que hagan ejercicio. Pero todos esos motivos distan mucho de la realidad que se puede palpar desde las gradas. Podemos ver discusiones entre padres que se faltan el respeto o gritos a entrenadores y árbitros. Por no hablar de las humillaciones a sus propios hijos gritándoles lo que tienen que hacer o incitándoles a ser agresivos con el contrario.
Sin embargo, cuando nuestros hijos contestan al entrenador o al árbitro les decimos que se tienen que comportar. ¿Nos comportamos nosotros? Nuestros hijos muchas veces harán lo que nosotros hagamos, no lo que digamos. Con actitudes como esas los valores que estamos transmitiendo son: la falta de respeto, el egocentrismo, el anticompañerismo, la agresividad y la frustración. Cuando lo que deberíamos potenciar es precisamente todo lo contrario.
Los padres debemos recordar que no somos los entrenadores de nuestros hijos, que para eso ya pagamos a un profesional que lo hace. Nuestra función es motivarlos y apoyarlos ganen o pierdan. Si estas actitudes de desacreditación de autoridad las extrapolamos a otros ámbitos como el educativo criaremos hijos sin respeto hacia nadie: ni a entrenadores, ni a árbitros, ni a profesores… y como consecuencia: ni a nosotros: los padres. “Si quieres un ganador en casa entrénate, pero deja que tu hijo se divierta”.
Fuente: blogs.20minutos.es