Una árbitra de 15 años deja el fútbol después de sufrir amenazas
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Andrea tiene 15 años y arbitraba partidos de benjamines en la delegación de Málaga: decidió dejarlo por los constantes insultos y amenazas que recibe en cada partido. "En todos los partidos hay padres que no educan bien a sus hijos, les llevan pensando que son los mejores y critican todo", explicó en Antena 3.
"Las palabras duelen muchísimo, y más si van con amenazas", explica Andrea. En el último partido, la joven colegiada paró el juego por las palabras que venían desde la grada. "Es vergonzoso, se repite siempre. En todo los partidos hay padres que no educan bien a sus hijos, les llevan pensando que son los mejores y critican todo. Los árbitros también somos personas".
La gota que colmó su paciencia fueron los incidentes ocasionados en su último encuentro, en la categoría Benjamín (niños de 9 y 10 años de edad). Según el acta, un jugador de esa edad le dijo "te voy a matar por no haber pitado la falta’”.
No obstante, la situación se agravó con una mujer situada entre el público presente y que se intuye por su animosidad durante el desarrollo del juego que era la madre del jugador, sumándose a las malas formas de este menor citándole textualmente a la árbitra: “Te vamos a tener que pegar cuando acabe el partido” tal y como se detalla en el acta arbitral. A ello se sumo el entrenador de este club, retándola: “no tienes valor para suspender el partido”.
Tras los graves hechos y amenazas, Andrea Reyes le pidió al entrenador que retirará al niño del campo en forma de “expulsión temporal” para continuar el partido, sin embargo, el máximo responsable del equipo ignoró su la petición educativa de la colegiada y mantuvo al niño dentro del terreno de juego para sorpresa de los allí presentes.
Ante la negativa del propio niño a salir de la cancha y del entrenador, la joven fue la que decidió valientemente abandonar el terreno de juego y directamente se encerró en su vestuario para evitar hechos más agravantes. Desde el interior del mismo telefoneó a su padre y al subdelegado del comité de árbitros de la zona para que acudieran en prontitud en su ayuda.
Su padre, Antonio Reyes, ha declarado en medios nacionales estar muy indignado por la situación y declaró que tuvo que: “tuve que sacar a su hija por una puerta falsa para evitar cualquier tipo de altercado con las mujeres de las gradas, quienes fueron las que más denigraron a su hija”.
"En todos los partidos hay padres que no educan bien a sus hijos, los llevan pensando que son los mejores y critican todo", explicó la afectada, días después del episodio ya habiendo renunciado a su pasión.
Violencia machista y racista en León
Por desgracia, éste no es el único caso en el que la violencia verbal con tintes machistas aparece en un terreno de juego. La colegiada leonesa Verónica González Sánchez, que arbitra la 1.ª División Femenina, y su asistente Igor Mba Mangue, fueron insultadas el pasado fin de semana durante el transcurso del encuentro correspondiente al grupo A de la 1.ª División Regional de Aficionados que disputaron Villamuriel y Mirandés B.
La colegiada leonesa recoge en el acta dentro del apartado de público e incidencias: "Una vez finalizado el partido y mientras nos dirigíamos al vestuario arbitral, el público allí presente se dirigió a mi en los siguientes términos: "Vete a fregar, no vales para nada hija de puta, dedícate a otra cosa, ¿a quién te vas a follar de los otros?".
Su asistente Igor Mba Mangue, también fue víctima de insultos racistas: "Hija de Puta, tenías que haberte quedado en tu tribu".