Gutiérrez Lumbreras: “Es más difícil arbitrar a niños que ante cinco mil personas”

A los 42 años, Fernando Gutiérrez Lumbreras está en lo más alto del arbitraje. Antes de viajar la semana que viene a Turquía para dirigir un grupo del Preeuropeo de fútbol sala se sinceró en MARCA.

Pregunta. ¿Qué supone ser el mejor del mundo?
Respuesta. Es un honor y una responsabilidad porque represento a todos los árbitros españoles. Un poco de presión sí mete, pero a los dos minutos de partido se pasa.

P. Lo ha conseguido sin poder pitar finales por la presencia de españoles.
R. Bendito problema. Parece que el nivel del arbitraje va a la par que el del juego. Me conformo con pitar semifinales y partidos por el tercer y cuarto puesto y que España siga disputando finales.

P. En fútbol existe el infierno turco, ¿espera algo así?
R. Sí, allí se vive mucho, con los pabellones llenos y mucha presión, así que será difícil.

P. ¿Un árbitro prefiere eso o un 8-0 fácil?
R. Es mejor un partido igualado. Con 8-0 puedes caer en la relajación y cometer un error que luego te lo estarán recordando siempre.

P. ¿Y es más difícil arbitrar ante 5.000 espectadores o un partido de niños con padres gritando a un metro?
R. Sinceramente, con los padres de los niños a un metro, pero no por la proximidad, sino porque te das cuenta de dónde llega la falta de educación y cómo un padre puede decir a un niño de 8 ó 9 años ciertas cosas. Una vez paré un partido para recriminar a un padre una cosa y él siguió, pero el resto me lo agradeció.

P. ¿Se ve pitando fútbol con toda esa presión?
R. No, son deportes distintos y formaciones distintas. En fútbol, a veces nos pasamos metiendo presión, es desmedida, pero los árbitros de fútbol son muy profesionales y se saben abstraer.

P. Usted tiene menos presión, pero hubo una campaña de socios con un error suyo.
R. Es que también tenemos nuestra presión. A raíz de esa jugada, en Santiago hicieron la campaña. Optaron por eso y a mí no me molestó.

P. ¿Cómo prepara un árbitro un partido?
R. Más de lo que la gente se piensa. Entreno cuatro o cinco días por semana y en el viaje hablamos de las dificultades, los precedentes. También en el descanso, según ha ido el partido, se puede cambiar el punto de vista. También se mira la clasificación para saber cómo afrontar el choque.

P. ¿Ven el que más se tira el que más protesta?
R. Eso no, pero sí el que juega más pegado. Miramos si juega con un pívot fijo, si hay mucho contacto. Incidimos si hay un pívot fijo para estar más atentos a eso.

P. ¿Cómo ve la introducción de la tecnología?
R. Precisamente, en la jugada de Santiago, un balón que entró, nos habría salvado, pero el problema es que empezamos por gol, luego un penalti, que es muy importante, una ocasión manifiesta, una segunda amarilla... Empezaríamos con un gol y acabaríamos con un cambio mal hecho.Se perdería mucho tiempo.

Fuente: marca.es