La polémica sobre el uso de un audífono en un partido de cadetes

Parece una locura que un jugador no pueda participar en un partido por el hecho de llevar un necesario audífono. Esto sucedió en Valencia, en un partido de cadetes y su club, el CD Contestano, ha hecho un comunicado donde cuenta la "humillación" que sufrió su jugador. Desde luego, estamos seguros de que pasó un mal trago, tal y como cuenta la nota que podéis leer entera en este enlace.

"El árbitro se percató que uno de los jugadores, concretamente el del C.D. Contestano y de apenas 14 años de edad, era portador de un audífono en los oídos y, sin ningún pudor, invitó al jugador portador que se los quitara para seguir jugando o sino debería ser sustituido, dejándolo en evidencia delante del público, de los compañeros y de los rivales, provocando una situación discriminativa para el menor.

Tal fue el asombro del jugador, que hundido, entre lágrimas y con toda la educación del mundo, le contestó al árbitro que sin ellos no podría escuchar, por lo que le eran imprescindibles para seguir disfrutando del partido y de su deporte favorito. Además, le preguntó si no podría volver a jugar a fútbol por precisar y utilizar los audífonos para jugar, a lo que el señor árbitro reaccionó dirigiéndose a los banquillos y sin considerar el bienestar psicológico del jugador exigiendo que el jugador debería ser cambiado si no podía quitarse sus audífonos".

Sin embargo, el propio club reconoce que "todos sabemos que el árbitro tuvo un comportamiento adecuado con el protocolo de seguridad para proteger la integridad física del jugador", pero condenan las formas en las que se actuó. "Creemos que no debió comunicarle al jugador su decisión y haberse acercado al delegado de equipo y tratar el tema con más delicadeza". Si fue así el tema, posiblemente tengan razón, pero quizá el árbitro en medio del partido no se la ocurrió mejor manera de hacerlo.

La situación es muy desagradable, para el jugador especialmente y también para el árbitro. Las Reglas no dicen nada de audífonos y dejaría a criterio del árbitro valorar su peligrosidad, aunque sí peligroso es un pendiente mucho más lo parece este aparato, aunque bien es cierto que un pendiente es estética y esto es necesidad. Este tema recuerda mucho al de las gafas, antes de que se generalizasen las gafas deportivas. Muchos árbitros hacían la vista gorda, pero la responsabilidad en caso de accidente era tremenda.

En el Facebook también hay debate y muchos compañeros intentan hacer ver las lógicas razones del árbitro. "Si ante cualquier codazo, cabezazo, pelotazo, el menor hubiese tenido algún problema grave... ¿en quién hubiese recaído la resposabilidad? Estoy seguro de que todo el mundo se hubiese lavado las manos y culpado al árbitro", asegura, un compañero. Lo del árbitro dejando al chaval sin jugar es duro, pero más duro sería un accidente.