Los insultos a unos niños: "puto negro" y "puto gordo"
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El CD Cantalejo ha colgado en las redes sociales el anexo del acta arbitral del partido que le ha enfrentado este sábado contra el CD Claret en la categoría benjamín (niños de 9 y 10 años), según informa El Norte de Castilla. En él, el árbitro refleja en el apartado de otras incidencias que tuvo que parar el encuentro porque "los aficionados del equipo visitante se dirigieron" a algunos jugadores de lo locales con "insultos racistas". Tres de los benjamines, según la redacción del árbitro sufrieron las descalificaciones. En concreto, a dos de ellos les gritaron "puto negro" y a otro "puto gordo".
Después del revuelo generado, ambos clubes mostraron su “pesar” por los hechos reflejados en el acta y subrayaron que “ambos clubes trabajamos en deporte base y tenemos como filosofía fomentar valores como el respeto y solidaridad entre jugadores de manera que evolucionen, tanto como personas, como como deportistas”.
“Lamentamos y pedimos disculpas a los niños y sus padres por la situación acontecida —continúa el escrito— pero también reflejando que los clubes no somos responsables de actuaciones o comportamientos que realizan aficionados que acuden a ver los partidos”.
Más casos de violencia
Desgraciadamente, no ha sido el único incidente violento de estos días en el fútbol base. Estos han sido otros que han recogido los medios de comunicación:
Empujón al árbitro en un partido de niños de 4 años. Según recoge el diario Levante-EMV, un padre perdió los papeles en un partido de "querubines" (niños de 4 y 5 años) y empujó al árbitro "voluntario" del torneo. Lo curioso del caso es que, después de propinarle dos empujones, se arrepintió de su conducta y rompió a llorar. Finalmente, obtuvo el perdón del árbitro
Seis policías para un partido de benjamines. Hace tres senanas, se "jugaban la liga" niños de 10 años en Valencia, cuando uno de ellos cayó lesionado. Según cuenta Super Deporte, el entrenador del Benimàmet entró al campo para interesarse por su jugador con el permiso del árbitro, a quien le recriminó su decisión mientras cogía a su jugador en brazos y lo sacaba del campo, y se encaraba posteriormente con el colegiado. Posteriormente el entrenador visitante fue expulsado por no hacer caso al árbitro después de entrar al campo en reiteradas ocasiones, lo que hizo que la tensión fuera subiendo cada vez más hasta que algunos espectadores llegaron a invadir el terreno de juego, momento en el cual lo arbitro, Karlo Elias Szabo Racean, dijo basta y suspendió temporalmente el choque hasta que llegase la fuerza pública.
No hubo ninguna agresión física en ningún momento, pero tuvieron que llegar seis policías nacionales los cuales desalojaron al público que estaba en el campo instándolo a ir detrás de la valla delimitadora y después de unos 20 minutos de partido parado, se pudo retomar con normalidad el encuentro.
Y en Italia, más o peor. La semana pasada, una joven árbitra recibió insultos de la grada, que gritaron "Ve y prostitúyete", palabras que ignoró y siguió haciendo su trabajo. Pero las burlas fueron a más cuando uno de los jugadores, de 14 años, se bajó los pantalones y le pidió que le hiciera una felación. Ante esta situación, le sacó una tarjeta roja al futbolista, que siguió insultándola. El jugador fue sancionado un año