Polémica sobre las condiciones laborales de los árbitros mexicanos

El inicio del torneo de Clausura ha estado envuelto en medio de continuas polémicas arbitrales. Declaraciones altisonantes de dirigente de clubes, críticas durísimas de excolegiados al sistema y algún error han puesto a los colegiados más que nunca en el punto de mira.

La web mediotiempo.com ha recogido este miércoles la otra cara de la moneda: el punto de vista de algunos colegiados, que, desde el anonimato, culpan a sus dirigentes con sus exigencias de perder de vista el lado humano del colectivo. Lo firma Juan Martín Montes y comienza describiendo el problema que ha originado en algunos árbitros la obligación de residir en alguna de las cinco “Superdelegaciones” creadas por la Comisión de Arbitraje para dirigir sus entrenamientos: “Así, los árbitros que no son del Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey, Irapuato o Aguascalientes, fueron conminados a cambiarse a alguna de estas ciudades, sin un respaldo económico para realizar la mudanza.  Actualmente, en un departamento de la Ciudad de México viven seis silbantes de Primera División en condiciones precarias, prácticamente sin muebles, únicamente con colchones, a la espera de aparecer en las designaciones de cada semana con cuyos salarios puedan sostener a sus familias”.

Esto les añade, según el reportaje, una presión extrema: ya no arbitran por placer, sino por necesidad. Las continuas sanciones a las que son sometidos por sus errores añaden a aún más leña al fuego. “Si vives mal, trabajas mal”, denuncia un árbitro al periodista. Incluso, según estas fuentes, este año no pudieron reunirse con sus familias el día de Navidad. “La cuestión humana no existe”, resume uno de los denunciantes.

Según este medio, es muy difícil poder vivir del arbitraje el México, aún estando en la élite: “De los aproximadamente 20 árbitros que la Comisión tiene en cartera para el Máximo Circuito, son pocos quienes pueden subsistir y disfrutar del arbitraje. Ya sea porque reciben designaciones frecuentes o porque pueden ejercer otro oficio pues viven donde fue ubicada alguna de las “Súper Delegaciones”, los silbantes que no viven del arbitraje son, entre otros, Marco Rodríguez, Francisco Chacón, Mauricio Morales o Fabricio Morales, aunque este último, originario de Saltillo, debe viajar diario de ida y vuelta de su lugar de residencia a Monterrey para cumplir con su trabajo”

Para saber más: mediotiempo.com