Portugal recibió a su triunfador de la Euro

Unos cien amigos, familiares y árbitros le dieron una buena sorpresa al portugués Proença a su llegada al aeropuerto de Lisboa después de dirigir la final entre España e Italia del pasado domingo.

El luso se mostró feliz “por el gran momento del arbitraje portugués” y aprovechó la ocasión para defender que los árbitros sean profesionales. También admitió que el partido del domingo fue “el punto más importante de su carrera”, en la misma temporada en la que dirigió la final de la Liga de Campeones.

Sin embargo, Proença se quejó de que hubiese nadie del gobierno de Portugal para recibirle, aunque minutos después sí que estaba para la llegada de la selección de atletimo. El secretario de Estado de Deportes se defendió diciendo que ya lo habían felicitado y prometió un homenaje al árbitro en breve.