El público golpea al trío arbitral en la Tercera extremeña

El juez de competición y disciplina de la Federación Extremeña de Fútbol tiene trabajo con el Fuente de Cantos-Díter Zafra, de la octava jornada de Tercera. Pedro Tomás Rangel Merchán, árbitro de Almendralejo, fue señalado por buena parte de los aficionados locales como el responsable del 3-3 final (tras un 3-0, y con dos goles zafrenses en los descuentos de cinco minutos). Tras finalizar el choque, aunque las versiones son diferentes sobre la gravedad de los hechos, hay una evidencia. Al menos en una ocasión un espectador agredió al colegiado con un puño en el pecho.

Rangel Merchán no narró los incidentes en el acta que realizó después de acabar el choque. Los ha reflejado en un anexo en el que dice que, aparte de ser insultados por una quincena de espectadores, él y sus asistentes recibieron el impacto de hielos y vasos llenos de líquidos. A un juez de línea le dieron en la cabeza y a él, en su pómulo derecho.

Rangel narra que, tras entrar en el túnel que conduce a vestuarios, llegó lo peor. Los aficionados “nos golpearon con puños y patadas, impactando de lleno un balón en mi pecho”. Además, reseña que otra persona le dio un puño “en mi cabeza y en mis testículos” y a un asistente en la cabeza y en la mejilla izquierda. Rangel Merchán agradece la ayuda del delegado de campo local y de dos policías locales, que según sus palabras, también se llevaron “algunos golpes”.

El presidente del Fuente de Cantos, Manuel González, está ultimando alegaciones a un anexo de acta que considera que “se lo ha inventado, ha inflado lo que realmente pasó”. González admite que al acabar el partido se profirieron insultados hacia el árbitro e incluso “quizás” pudo escaparse “algún que otro escupitajo” pero rehúye hablar de agresiones múltiples.

Al mismo tiempo señala que el colegiado se retiró a los vestuarios “con una sonrisa irónica y esbozando algunas frases que a la gente, caldeada, no le sentó muy bien que digamos”. Por último, reclama a la Federación que pregunte a la Policía Local si se produjeron esos hechos, con golpes recibidos también como cuenta Pedro Rangel Merchán. El club no descarta mandar al juez de competición el testimonio policial.

El enfado fuentecanteño con el árbitro almendralejense fue tal que se negó a pagarle el recibo arbitral (525 euros). “Claro que pagaremos pero era una forma de protesta más”, añade el presidente fuentecanteño.

Fuente: hoy.es