Dos interferencias del árbitro y sus soluciones

Pocas cosas fastidian más a un árbitro que entorpecer en el juego. Muchas veces parece que el campo se queda pequeño para compartirlo con los 22 futbolistas y la pelota. Nos empeñamos en molestar lo menos posible pero unas veces por torpes y otras por mala suerte acabamos fastidiando la jugada. Este fin de semana tuvimos dos casos muy comentados.

El primero se dio en la liga mexicana, en el partido entre Cruz Azul y Toluca. El árbitro quiso estar tan cerca de la acción que se metió en el área por la zona central y acabó despejando un tiro a portería que tenía la pinta de convertirse en gol. Situación ridícula que solucionó con lo que a todos se nos vendría a la cabeza: balón a tierra para el guardameta. Sin embargo, la solución correcta, porque el balón sale del campo después de tocarle, un matiz que se refleja en la Regla 9, que recoge estos supuestos de balón a tierra:

el balón toque a un miembro del equipo arbitral, permanezca en el terreno de juego y, además:
• un equipo inicie un ataque prometedor o
• el balón entre directamente en la portería o
• el equipo en posesión del balón cambie.

El segundo se dio en la Tercera balear, en el partido entre Andratx y el Costancia y lo podéis ver aquí. Un jugador choca con el árbitro (pese al alarmante titular que habéis visto en algún medio que habla de que "el árbitro zancadillea a un jugador"), con la desgracia de que la jugada en gol en contra de su equipo. Mucha protestas, pero ninguna razón. Si el árbitro provoca una acción de ataque o un cambio de posesión tocando el balón será balón a tierra, pero las reglas no contemplan esta solución para otros supuestos de interferencias.