Un golazo marcado un segundo después del pitido final

¿Cuándo debe pitar el final el árbitro? Las Reglas lo dicen claro: cuando se cumple el tiempo añadido, salvo que en ese momento haya un penalti. El sentido común dice que no se debe señalar en una ocasión de gol. Y los árbitros veteranos hace años apuntaban que, preferiblemente, cuando llevase el balón el equipo que va ganando.

Si uno espera el momento perfecto, sus tres minutos pueden llegar a cinco. Imaginemos un córner concedido casi sobre el tiempo, el saque, un rebote, un nuevo centro, un rechace, un tiro posterior, sabiendo que un gol va a traer las irremediables protestas. 

En este partido de la FA CUP, el árbitro decidió pitar el final cuando el balón estaba en la frontal del área, por el aire, después de un rechace de un defensa. Parecía una decisión normal, pero justo después de hacer sonar su silbato, un atacante se largó esta tremenda volea.

¿Qué hacer? Pues poco. El gol, evidentemente, no subió al marcador, lo que le costó la eliminación al Whitehawk. Una acción de mala suerte, que, aparentemente, los futbolistas entendieron de forma bastante razonable. Imaginaos que os pasa en España.