Y cuando no es el agua, es el viento

Obviedad de las Regla 14. El balón tiene que estar inmóvil en el punto de penalti. A nadie se le ocurriría lo contrario. Sin embargo, en este partido de Kazajistán, lanzar el penalti de forma reglamentaria es casi una hazaña.

No sabemos cómo fue el resto del partido, como se lanzaban los tiros libres y si el árbitro debía haberlo suspendido. Muchos hemos tenido partidos parecidos, donde la norma de “agotar las posibilidades” antes de suspender nos ha llevado a hacer la vista gorda cuando el balón se mueve un poco o incluso a que un jugador sujete el balón antes del saque. Esto último es reglamentario, ya que el saque se hace con normalidad. Sin embargo, en el penalti no vale, porque todos los jugadores menos el ejecutor y el guardameta deben estar fuera del área.

Al final, el viento da un respiro y el penalti se lanza. Un gol con especial mérito. Era más fácil parar el balón que chutar a portería. ¿Y si el árbitro se hubiese puesto en modo simpático y lo manda repetir tres o cuatro veces?