Un jugador acaba en el hospital después de una agresión en Almería

La violencia volvió a tomar, desgraciadamente, protagonismo en un campo de fútbol almeriense. El domingo, en el duelo Plus Ultra-Parador, que se disputó en el campo de la Universidad de Almería, se produjeron unos lamentables incidentes que terminaron con un jugador visitante, Kingsley, en el hospital. Según testigos directos, lachispa se encendió cuando el ariete nacido en Ghana fue expulsado, tras un pique con un central ultrista, y camino de los vestuarios "recibió insultos xenófobos". Ambos se encararon e hizo aparición otro futbolista local, que "propinó un puñetazo a Kingsley haciéndole caer al suelo". Jugadores de uno y otro equipo se enzarzaron en una tangana en la que al parecer también entrarían algunos aficionados que "llegaron a agredir a jugadores que estaban separando e incluso al árbitro". 

Ante esta situación, la seguridad de la Universidad de Almería se vio en la obligación de llamar a la Policía. Varias personas que se encontraban en el lugar de los hechos, comentaban ayer a Diario de Almería que "cuando se escucharon las sirenas de la Policía los jugadores que agredieron a Kingsley salieron corriendo". Los agentes tomaron declaración a los testigos y el delantero del Parador fue llevado al hospital, donde pasó varias horas en observación y pudo volver a casa de madrugada. En la tarde de ayer, tanto el jugador como Antonio Torres, presidente de la AD Parador, denunciaron lo ocurrido tanto por vía judicial como por vía federativa. El Plus Ultra, desde su cuenta de Twitter, hizo públicas sus disculpas ante lo ocurrido. De hecho, un miembro del Parador aseguraba que "uno de los jugadores del Plus Ultra se marchó llorando diciendo que era una vergüenza lo ocurrido".