Un árbitro de 65 años recibe una violenta patada en Rusia

Si las agresiones a los árbitros son siempre una muestra de los salvajes que se esconden en nuestro deporte, la que os contamos hoy es especialmente dura. Sucedió en Rusia, al final del partido entre el Porkhov y el Gdov.

Dura porque el agredido es un árbitro de 65 años que intentaba poner paz en una lamentable tangana entre jugadores del ambos equipos. Dura por cobarde, porque el agresor aprovecha un despiste para darle una patada en toda la cara. Y casi lo peor de todo, que la agresión parece no importarle a nadie. Sólo una persona queda atendiendo al noqueado árbitro mientras el resto siguen a lo suyo: la pelea.

Cuentan las crónica que el árbitro lo veía venir y en el descanso pidió protección policial pero le dijeron que no había patrulla disponible. ¿Os suena la historia?