Un árbitro pagará 500 euros por falsificar la firma de un entrenador

Es una noticia que no nos gusta reproducir y nos encantaría que alguien pudiese desmentirla o matizar. La publica el diario La Verdad de Murcia. Dándola por verdadera, como indica la sentencia, no se entiende que puede llevar al árbitro a falsificar una firma. Después de darle muchas vueltas, la única opción sería justificar una amarilla mostrada por error en el campo a una persona que no figuraba en el acta. Lo cierto es que el asunto le ha costado caro al ya excompañero y nos pone en alerta sobre las consecuencia de no ser honrados o de hacer “chapuzas” como esta.

Esta es la noticia:

Francisco Puche tenía razón. El Juzgado de lo Penal número 1 de Murcia ha condenado a un año de inhabilitación y a una multa de 504 euros al árbitro cartagenero L.F.G.C por falsificar la firma del entrenador Francisco Puche en el acta del partido que disputaron el 30 de marzo de 2008 el Beniel y el Pulpileño de la Territorial Preferente.

Puche era el entrenador del Beniel y ese 30 de marzo de hace seis años estaba en la grada presenciando el partido, ya que estaba sancionado. En un momento dado criticó una decisión del colegiado, quien le mostró la tarjeta amarilla. El técnico se dirigió al árbitro para decirle que no podía amonestarlo porque era un espectador más. “Me amonestó y me obligó a ocupar otro asiento en la grada, más alejado del campo”, dijo ayer el entrenador a 'La Verdad'.

La sentencia señala como hecho probado que el colegiado, “con evidente ánimo de perjudicar a Francisco Puche”, cometió un delito de falsedad en documento privado “al imitar en el acta la firma del entrenador (pese a estar sancionado), sin que éste hubiera firmado en momento alguno, lo que provocó que fuera sancionado por la Federación Murciana de Fútbol”.

Puche, que no encontró apoyo en el Colegio de Entrenadores, ni en los comités de Apelación y Competición, puso el caso en manos del Comité de Disciplina Deportiva de la Dirección General de Deportes, que le concedió la cautelar para que pudiera entrenar hasta que hubiera sentencia, ya que el técnico denunció al árbitro. Las pruebas caligráficas a la que fueron sometidos uno y otro fueron clave para resolver el caso.

El entrenador, afectado por lo ocurrido y el poco respaldo que encontró entre sus compañeros, abandonó los banquillos durante dos años y regresó hace cuatro. Actualmente entrena al Ceutí de la Segunda Autonómica femenina.

El acusado admitió los hechos en la vista celebrada el pasado 22 de septiembre y se ha conformado con la pena. Según un portavoz de la Federación Murcia de Fútbol, aunque el árbitro estuvo dirigiendo partidos de fútbol base hasta la temporada pasada, el Colegio de Árbitros le había retirado la licencia para pitar este curso, a la espera de la resolución del caso.

Fuente: laverdad.es