Dos capítulos más de violencia contra los árbitros

Desgraciadamente, en los últimos días hemos tenido noticias del lado más negro de nuestra afición: las agresiones a compañeros. La primera de ellas sucedió el pasado 12 de de febrero, en un partido de cadetes. Según informa Canal Noticias Huelva (ver vídeo), el árbitro Alejandro Melo Domínguez (con quince años  de trayectoria), fue golpeado en el descanso de un partido de cadetes entre el Almonte y el Gibraleón por el padre de un jugador con una violenta patada los testículos. Afortunadamente, tras acudir a centro hospitalario, se recupera favorablemente. La delegación onubense de árbitros ya ha anunciado que denunciará lo sucedido. El club local ha condenado enérgicamente en su web este suceso.

El segundo caso del que hemos tenido constancia ha sido este fin de semana en la provincia de A Coruña, en el partido de Tercera Autonómica entre los clubes Muxía y Lira, cuando el joven árbitro Rubén Reborido, de sólo 17 años y con sólo dos como árbitro fue alcanzado por un puñetazo de un jugador visitante. “Tengo como un pitido en el oído derecho y el ojo me lagrimea”, recordaba Rubén un día después de la agresión en La Voz de Galicia. El hecho lo presenció su propia madre que estaba viendo el partido y describe así lo que vivió: “Fue todo muy rápido. Realmente lo pase mal cuando todo el mundo fue para la caseta de mi hijo, entonces pensé en lo peor”.