"El árbitro es como un hijo y a veces hay que darle un coscorrón"

El presidente del Club Lemos, Antonio Pérez, se ha tomado con naturalidad la sanción que le ha impuesto el Comité de Competición y Disciplina de la Federación Gallega de Fútbol por la que lo sancionan con tres meses de suspensión por agredir al árbitro del partido que su equipo jugó el 2 de noviembre del 2014 ante el Outeiro de Rei. "Para mí serán tres meses de vacaciones en la casa del presidente de la federación en Ribadumia -dice con ironía-. La sanción me la trae floja. Lo importante son los futbolistas, y ellos ya cumplieron un castigo que no les correspondía, porque yo no juego".

El máximo mandatario de la entidad lemista muestra su sorpresa por el momento en el que se produce el fallo, tres días antes del partido, precisamente, ante el Outeiro de Rei, aunque tiene su propia teoría "Aquí se juntan varios factores. La anterior directiva de la federación no tuvo agallas para sancionarme, porque estaban en pleno proceso electoral y no sabían a quién apoyaría yo. Por eso metieron el papel en el cajón", indica Pérez.

Además, justifica su decisión de no presentar alegaciones, ni personarse al requerimiento federativo, por el retraso en dirimir la cuestión. "Visto que esto se prolongaba en el tiempo, actué a mi manera, y no fui", añade.

La sanción llega por agresión al colegiado del partido Lemos-Outeiro de Rei. Sobre las causas de la suspensión, Antonio Pérez dice: "Yo no agredí al árbitro. Para mí es como un hijo, y a estos hay que hablarles como tal. Eso sí, si se portan mal a los hijos hay que darles un coscorrón con cariño para enseñarlos, y probablemente le duele más al padre que al niño".

Fuente: lavoz.es