De la violencia en el fútbol base a la barbaridad del Manzanares

A día de hoy hay pocas cosas que me produzca tanta satisfacción como un partido de fútbol con mis amigos, pero no puedo evitar pensar que en su momento me enamoré del deporte equivocado.

El fallecimiento del ultra del Depor es solo la punta del iceberg de un deporte que esta envenenado desde hace tiempo, que tiene problemas desde los cimientos al tejado, desde las categorías inferiores hasta la LFP.

He tenido la oportunidad de entrenar a un equipo de alevines y pude ver de primera mano cómo los problemas del fútbol vienen de la raíz, de las categorías inferiores. He visto a padres insultar a árbitros, he visto insultarse entre padres de diferentes equipos, he tenido que acompañar a un árbitro a la caseta debido a padres crispados que le increpaban de manera violenta y desagradable.

Ese, desde mi punto de vista, es el inicio del problema que lleva finalmente al fallecimiento de un aficionado, el asociar la violencia al fútbol desde las categorías inferiores, ¿Por qué el fútbol no puede ser un deporte honesto? ¿Por qué en deportes de mayor contacto como el rugby o el boxeo se cumplen más las normas y existe mucho más respeto entre los rivales?

Mi deseo como amante de este deporte es que se pudiera convertir en algo limpio, en el que no se escuchen cánticos insultantes o comentarios racistas, en el que se vean partidos limpios donde la prioridad de los jugadores no sea engañar al árbitro, facilitando así la labor de estos y la justicia en los partidos, en que el no exista la violencia gratuita ya sea entre jugadores (escupitajos, codazos, etc...) o entre aficionados exaltados, pero esta idea parece utópica a día de hoy.

En definitiva no creamos que porque los radicales dejen de asistir a los estadios se va a acabar la violencia en el fútbol, para llegar a ser limpio este deporte necesita un cambio de mentalidad desde los cimientos o me temo que tendré que seguir pensando que me enamoré del deporte equivocado.

Fuente: Sergio Oliva/ diariodecordoba.es