Los problemas del fútbol base: desde España a Argentina

Es un problema que no entiende de países. El fútbol base, que debería ser un lugar donde los niños se educasen en los valores más nobles del deporte, muchas veces se convierte en todo lo contrario. Cuando los incidentes superan a lo que estamos tristemente acostumbrados, los medios se hacen eco de la triste realidad que se ve en muchos partidos, como en estos casos:

El fútbol-8 en A Coruña. En esta ciudad, la semana pasada el padre de un árbitro fue agredido por un entrenador. La Voz de Galicia publica este reportaje sobre cómo se vive una jornada en las categorías de niños más pequeños. Ojo a las perlas que incluye. Una madre justifica la acción de ese técnico:"El entrenador tiene todo mi apoyo, fue en un mal momento. Hay que mirar las circunstancias de ambas partes. Yo, sabiendo las del entrenador, habría hecho lo mismo. Hay que defender a un padre [el suyo estaba en la discusión de la grada]. Un padre está por encima de un equipo, de cualquier situación". Otro padre gasta una broma con el tema: "¿Cómo va a ser para allí [el saque de banda]? Después hay que pegarle a vuestros padres". El amplio reportaje habla también de los padres que juegan a entrenadores y de la presión que viven los niños. Podéis leerlo en este enlace.

Más en Galicia. El Faro de Vigo acudió a un partido de fútbol base y grabó desde la grada la actitud de algunos espectadores en un partido en el que el árbitro tuvo que sacar hasta siete tarjetas por protestar. Lo tenéis aquí. El árbitro fue entrevistado días después en ese mismo medio.

El árbitro que no aguantó los insultos. Se hizo viral este vídeo donde un joven árbitro no puede más y, sollozando, deja el partido. "No podía más, hasta los niños me pedían que parase el partido". Podéis ver el vídeo y la entrevista en este enlace.

Y para terminar, un vídeo de Argentina, categoría 2012 (es decir, niños de seis años). Animados por padres hooligans, los niños dan más patadas que en muchos partidos de Champions. Los entrenadores, dentro del campo (¿es normal esto?), tampoco logran contenerlos.