La locura del fútbol base: agresión una hora después del partido

La historia la cuenta el diario Información de Alicante y demuestra el grado de enfermedad de alguna gente que se refugia en el fútbol para desahogar sus instintos más violentos. Un Torneo de Fútbol Base en Elda, supuestamente para fomentar los valores del deporte entre los niños, de categoría infantil. Un partido más, el Kelme contra el Hércules, con victoria para los primeros. Y cuando el árbitro va a coger su coche y piensa que ya todo ha acabado, la sorpresa.

¿Qué puede llevar a un padre y a un abuelo a esperar a un árbitro en el aparcamiento una hora después del partido? No hablamos ya de los injustificables calentones "del momento", hablamos de que una hora después, cuando uno ha tenido tiempo a relajarse, decide esperar al colegiado para insultarle. Entre los insultos, dice la noticia, que el "abuelito hooligan" le dijo varias veces que le habían regalado un jamón y unas zapatillas.

Dicen que el hermano del árbitro le llamó "tonto", algo que dirán que no se debe hacer. Pónganse en el lugar y estarán de acuerdo que la reacción incluso parece moderada. Entonces el padre del infantil encontró la excusa para abalanzarse sobre el árbitro y empezar una pelea que acabó con el árbitro en la ambulancia y el "hooligan" en el suelo y sangrando. Fue a por la lana y salió trasquilado.

La organización homenajeó al árbitro con un pasilla en el partido de la final mientras condenaban por megafonía la violencia, creciente, en el fútbol base. Según ha explicado al diario Información su entorno familiar, el incidente sufrido al mediodía del sábado en los campos de fútbol de la Sismat de Elda ha reforzado su voluntad y determinación en dedicarse al arbitraje fútbolístico, una tarea que desempeña por pura vocación desde los 13 años. De hecho ayer actuó como asistente en la final de forma gratuita y en la próxima temporada dará previsiblemente el salto a Segunda Regional.

Las investigaciones policiales han avanzado y han podido aclarar que fue el hermano mayor del árbitro -que tiene 19 años- quien salió en su defensa al igual que su padre, que también acabó en el Hospital General Universitario de Elda con una contusión en la cara. Un servicio de Urgencias al que acudieron, asimismo, el padre y el abuelo del jugador del Hércules. El primero de ellos con la nariz rota tras recibir un puñetazo del hermano del colegiado, quien, según el entrenador y algunos padres del Hércules, fue el que inició la agresión, aunque tanto el hermano como otros testigos han asegurado lo contrario a la Policía Nacional.