Laverni muestra seis rojas en el Argentino-All Boys

Clásico barrial, pulsaciones a mil, cancha mojada, uno con posibilidades de seguir en la lucha por el campeonato, el otro con la ilusión de arruinarle la fiesta... Argentinos-All Boys era, en la previa, el cocktail perfecto para un partido -al menos- friccionado. Eso sí, lo que nadie esperaba era que el árbitro Saúl Laverni, a lo largo del partido, iba a expulsar a seis jugadores (cuatro de All Boys; dos de Argentinos) y, además, iba a informar a Nicolás Cambiasso cuando el encuentro ya había terminado.

La tarea de Laverni en la fría tarde en La Paternal comenzó de la peor manera, con un error que sería determinante en el desarrollo del partido. Iban 15 minutos del primer tiempo cuando Maximiliano Coronel derribó a Gustavo Oberman sobre un costado, en una falta que ameritaba amarilla. El árbitro acertó en la amonestación, lo que no acertó fue en el amonestado: le mostró la tarjeta a Jonathan Ferrari . Tan sólo 60 segundos después, Ferrari le cometió una falta en la mitad de la cancha a Fabián Bordagaray, también merecedora de amonestación. La suma de dos amarillas, claro, derivó en la roja para el defensor, injustamente expulsado. Habría que esperar hasta el segundo tiempo para una nueva polémica. Ni bien empezó el complemento, Germán Basualdo increpó a Eduardo Domínguez. El de All Boys le dio una cachetada al de Argentinos, que respondió con un cabezazo, todo esto al lado del línea número uno (Norberto Moyano). Esta vez, Laverni acertó: roja para los dos.

La expulsión que siguió fue, tal vez, la menos discutida de todas. Luego de anotar su gol, Juan José Morales se sacó la camiseta y mostró otra, con la leyenda “Feliz día papá”. Amarilla para el delantero, que dos minutos después de su grito derribó a Carlos Soto. Una vez más, la doble amonestación terminó con la expulsión del goleador. El partido, ahora, estaba nueve contra nueve, pero una vez más las tarjetas entrarían en juego. A los 35 minutos, Coronel (aquel que había cometido la falta por la que Ferrari fue amonestado), bajó de atrás a Oberman. Roja directa para el defensor, en otra correcta decisión del árbitro. La última expulsión, también, fue acierto de Laverni. Ya se terminaba el partido, y Mauro Matos le hizo gestos al árbitro (lo aplaudió y además lo habría insultado). Una nueva tarjeta roja, la sexta de la tarde, se elevó en el cielo gris de La Paternal.

¿Qué se dijo en el vestuario del All Boys? “Estoy seguro en la expulsión de Ferrari. El no pegó la primera patada, fue Coronel. Ahí hay un error gravísimo. Después, en la expulsión de Coronel, fue la misma patada que pegó Bordagaray a Soto. Lo que pasa es que una fue al minuto de juego y la otra cuando ya terminaba”, alcanzó a decir José Romero, DT de All Boys, visiblemente dolido. De la misma manera, Nicolás Cambiasso (fue informado por Laverni por haberlo insultado cuando terminó el encuentro), dio su versión: “Lo último que le hablé a Laverni fue cuando echó a Domínguez, le pregunté si los había expulsado a los dos, a él y a Basualdo. Después, nada más. Al final fui a sacar a mis compañeros para que no sigan debilitando al equipo, y fuimos a saludar a la gente. Nunca le dirigí la palabra cuando terminó el partido. No sé qué habrá visto o escuchado. La verdad que me sorprende”, remarcó. Eso sí, cuando ya había caído la noche, alguien cercano a los jugadores fue más duro: “Laverni es un soberbio. No se puede hablar con él. Los jugadores sentían que cada vez que le iban a decir algo podían terminar expulsados. Es un desastre esto”.

Seis expulsados, un informado, muchos insultos, algunas denuncias y varias polémicas. Las consecuencias de un clásico caliente.

Fuente: Clarin.com