El policía nacional que agredió a un árbitro menor vuelve a su trabajo
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El policía nacional Alberto M., que agredió a un árbitro menor de edad tras ser expulsado en un partido de fútbol, ya se ha reincorporado a su puesto de trabajo. La Dirección General de la Policía Nacional decidió recientemente levantarle la medida cautelar de seis meses de suspensión de empleo y sueldo que se le impuso tras el ataque al joven. Al menor se le tuvo que extirpar el bazo como consecuencia de las lesiones.
Fuentes oficiales explicaron ayer que este tipo de sanciones no pueden prolongarse más allá de un «tiempo prudencial» y que en el supuesto actual no existe riesgo de que el agente pueda perjudicar la marcha del proceso judicial.
El caso se encuentra todavía en fase de instrucción en el juzgado número 2 de Paterna. El agente, una vez readmitido en su puesto en el complejo policial de Zapadores, recupera íntegramente su retribución. Durante el periodo en el que estuvo suspendido de empleo y sueldo -comenzó el pasado mes de febrero- conservaba, sin embargo, una retribución de aproximadamente 750 euros, según fuentes conocedoras de este tipo de procedimientos. Una vez aparcada la vía administrativa habrá que esperar a la sentencia por si el fallo implicara algún tipo de inhabilitación. El policía llevaba dos años destinado en Valencia en la Unidad de Protección y Seguridad (UPS), un grupo que se encarga de la vigilancia de algunos edificios y de los traslados de los detenidos a los juzgados y al Hospital General.
El agente ya declaró por estos hechos ante el juez. Reconoció que protagonizó la agresión, pero la limitó a una bofetada y un zarandeo. Negó ser el autor de las patadas que recibió el joven, golpes que muy probablemente le hicieron perder el órgano. En cambio, testigos que presenciaban el encuentro confirmaron al menos una patada.
Tras su comparecencia en el juzgado de guardia, el responsable del Ministerio Público solicitó la retirada del arma reglamentaria. El juez no lo acordó porque el ataque no se produjo mientras desempeñaba las funciones propias de agente de la autoridad. No obstante, la suspensión posterior de empleo y sueldo conllevaba la retirada de la pistola.
El árbitro tenía 17 años en el momento de los hechos. El joven fue agredido en presencia de sus padres José y Vicenta y de su hermano pequeño, Joel, de 11 años. Se disputaba el partido Los Silos-Mislata UF B de Segunda Regional, y el encuentro estaba a punto de terminar. El agente jugaba en el club de Mislata. El colegiado señaló una falta a favor del conjunto local cuando el resultado era de empate. El policía, de 27 años de edad, protestó la decisión. Tras ser expulsado, arremetió contra el menor. Desde el primer momento se mostró arrepentido y atribuyó su reacción a un arrebato.
Fuente: lasprovincias.es
Comentarios
#1
ya dije que esto se quedaría en nada