Roberto Rossetti: “Los árbitros italianos son los mejores del mundo”
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El entrenador italiano Fabio Cappelo, al frente de la selección nacional de fútbol, ya ganó el torneo clasificatorio para el campeonato del mundo en Brasil. El equipo de San Petersburgo, Zenit, lo entrena hace ya tiempo el especialista italiano Liciano Spaletti y en la batalla por el campeonato nacional entre las dos capitales, en la primera división de la Liga rusa, juegan los defensas italianos Salvatore Bocchetti, que juega por el Spartak de Moscú, y Domenico Criscito, uno de los subordinados de Spaletti en el club de San Petersburgo.
Pero en un campo de fútbol, el resultado depende no solo de la maestría de los veintidós jugadores, sino también de la decisión de la brigada arbitral. Y aquí también Rusia se dirigió hacia Italia por ayuda para formar a la nueva generación de árbitros capaces de impartir justicia en competiciones internacionales, incluyendo al Campeonato del mundo que por primera vez será acogido por Rusia, en el año 2018.
Desde el año 2011, el árbitro de clase internacional, Roberto Rossetti ocupa en la Federación Rusa de Árbitraje (FRA) el puesto de director del departamento de arbitraje e inspección. En una entrevista exclusiva a La Voz de Rusia nos comentó sobre su vida en Rusia, sobre los objetivos de su trabajo y sobre sus encuentros con los seguidores rusos:
—¿Cómo valoraría usted su experiencia de tres años viviendo y trabajando en Rusia?
—Mi estancia en Rusia puede ser catalogada de positiva. Estoy satisfecho con la decisión que tomé de aceptar la invitación de la FRA. Mi tarea principal, la de formar una nueva generación de árbitros rusos, no es nada fácil y por eso me motiva constantemente. El fútbol ruso se desarrolla en todos los niveles durante los últimos tiempos, se ha acercado el fútbol europeo. Todos esperan el campeonato del mundo del año 2018 y estoy convencido de que será una oportunidad colosal para mejorar a Rusia y a su fútbol. Tenemos mucho trabajo por delante, pero veo a mí alrededor a muchas personas responsables y un enorme deseo de trabajar para lograr este importante objetivo.
—¿Cómo transcurrió vuestra adaptación a la realidad rusa?
—A los extranjeros, el pueblo ruso le puede parecer algo frío y poco hospitalario. Puede ser que en esto exista una parte de verdad, pero solo al principio, cuando recién has llegado al país y conoces poco sobre él. Yo, por el contrario, me enfrenté a una relación completamente contraria y puedo decir que cuando un extranjero se relaciona responsablemente hacia su trabajo y demuestra interés y deseos de comprender la vida que le rodea, los rusos hacen todo lo posible para que se sienta como en casa.
—¿Cómo es la vida de un italiano en Moscú?
—En Moscú y en toda Rusia existe un gran interés y un verdadero amor hacia Italia. Para mí, eso es un gran honor. Debido a mi trabajo he podido viajar por toda Rusia y con el tiempo he empezado a notar que nos parecemos mucho a los rusos en el temperamento. Los rusos adoran Italia, la moda italiana, el diseño, la comida, el arte y ahora se podrá añadir a esta lista el fútbol. El hecho de que en los equipos rusos juegan futbolistas italianos y que los buenos resultados de la selección nacional se están obteniendo bajo la batuta de Fabio Capello es una demostración más de cuán cerca y creativamente se están desarrollando las relaciones entre Rusia e Italia.
—La gente del fútbol habla que los árbitros italianos son los mejores del mundo. ¿Y los rusos?, ¿cómo son?
—Los árbitros italianos, efectivamente, son los mejores del mundo, y eso lo dicen no solo los especialistas, sino que lo muestra la historia del fútbol, a los árbitros italianos les han dado la responsabilidad de impartir justicia en las finales de los torneos más importantes. En Italia, el fútbol es una religión, y el trabajo de los árbitros siempre está en el centro de atención del público. En la preparación de los árbitros italianos se hace gran hincapié en la preparación física y en un estudio integral de todas las situaciones de juego. Precisamente en estos temas es que hemos tenido que trabajar muy fuertemente en Rusia y estamos notando determinados progresos. Hemos hecho mucho y muy rápido, más rápido y mejor hubiera sido imposible; en Rusia crece una nueva generación de árbitros altamente cualificados y algunos de ellos, como Serguéi Karasev, ya han sido fichados por la UEFA. Estamos tratando que, lo más rápido posible, los árbitros rusos impartan justicia en los juegos de los clubes europeos y el hecho de que en marzo de este año, Rusia se adhirió a la Convención de Arbitraje de la UEFA, demuestra que nosotros hemos escogido el camino correcto por el cual debemos transitar hasta el año 2018.
—Los árbitros siempre están en el centro de atención, frecuentemente no de la forma más positiva. ¿Tuvo usted algún caso desagradable de este tipo en Rusia?
—Pues no, donde quiera que he trabajado en Rusia, en todos los estadios, siempre me han recibido cálida y lealmente. Los seguidores, los dirigentes del fútbol y los deportistas siempre se han relacionado conmigo con mucho respeto y nunca he oído una mala palabra en mi dirección y tampoco ninguna provocación. Me enorgullezco de esto y, honestamente, no me puedo imaginar que fuera igual en Italia.
Fuente: http://spanish.ruvr.rU