Cuando es el árbitro y no el asistente el que falla en el fuera de juego

El fuera de juego es, desde hace años, algo más que dictaminar si un jugador está o no en posición. Esa labor sí que corresponde en exclusiva al asistente. Sin embargo, en ocasiones, le falta información para acertar: quién toca el balón, si se trata de un rebote o un despeje, si hay interferencia en un adversario o no… Para observar estas situaciones, el árbitro tiene una mejor perspectiva y debe complementar la labor del asistente, llegándolo a desautorizar sin que esto suponga una situación ridícula.

La primera situación se dio en el México-Camerún, en el segundo gol anulado en los aztecas. Es normal que el asistente interprete fuera de juego porque piensa que el balón es rematado por un atacante. Sin embargo, es el defensa el que juega el balón, algo que debió observar el árbitro y evitar que se anulase un gol por fuera de juego… ¡en un saque de esquina!

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También complicado aún resulta el de Suiza ante Ecuador, pero nos inclinamos a pensar que el asistente de Irmatov pensaba que fue el atacante el que tocó el balón y no el defensa, lo que le llevó a señalar fuera de juego.

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Son jugadas difíciles, donde el árbitro tiene que tener unos reflejos increíbles y una seguridad total para desautorizar al asistente.