Cuando lo más difícil de todo es aguantar la risa
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Sucedió en la liga de Arabia Saudí. El ejecutor del penalti frena su carrera antes justo de patear el balón. Lo curioso es que aguanta tanto esperando que el portero se tire que acaba tocando suavemente el balón y cayéndose al suelo.
La jugada tiene más de polémica que la simple decisión que hay que tomar cuando el ejecutor infringe las Reglas y el balón no entra en portería, es decir, tiro libre indirecto en el punto de penal, además de la amonestación. Esto es lo que hace el árbitro. Sin embargo, el delantero consigue con su paradinha que el guardameta se adelante más de un metro antes de que toque el balón.
Siendo estrictos, pues, el equipo defensor también comete una infracción; con lo que, aunque la amonestación al ejecutor se mantiene, el penalti debía repetirse. Claro que para tomar esta decisión son necesarias dos cosas: ser muy purista con las Reglas y concentrarse ante el ataque de risa que le debió dar al árbitro ante un futbolista tan torpe.

Comentarios
#1
pues mira sabiendo k la regla de la paradhina yo madaria repetir y le sacaria la amarilla