Por qué hay que esperar a pitar en las jugadas claras de gol con VAR
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Al hablar de cómo utilizar el sistema del VAR, las Reglas inciden en qué el árbitro debe actuar casi como si fuese un partido en el que no existiese. Tiene que tomar una decisión, que será la base del proceso de revisión. La única excepción en que puede retrasarla es esta:
Solo estará permitido retrasar la señalización de una infracción con el banderín/silbato en situaciones de ataque muy claras, en las que un jugador esté a punto de marcar un gol o tenga un camino despejado en/hacia el área de penalti del equipo oponente.
Esto no significa inhibirse confiando en el VAR: si la jugada acaba en gol o penalti, debe acabar pitando o levantando la bandera.
Si un árbitro asistente retrasa la señalización de una infracción mediante el banderín, el árbitro asistente deberá levantar el banderín si se produce una situación de gol/penalti, puesto que esta decisión será la base de la posible comprobación/revisión.
La lógica de esta norma es clara: una vez que el árbitro pita, la jugada no tiene vuelta atrás porque el posible gol o penalti habría sido pitado después de que el árbitro ya hubiese parado el juego. Es decir, que de ser legal la jugada, no se podría modificar. Quizá la falta de costumbre fue lo que provocó que esto sucediese en el partido de Liga china entre Tianjin Teda y Guangzhou Evergrande. El asistente levanta, el árbitro pita antes de que se marque el gol y, entonces, el VAR no puede meterse. Conclusión: un gol legal queda anulado.