“Fue demasiado poco. Si estuviese en mis manos, lo hubiese matado”

Quedaba poco para terminar el partido entre el Cavallino y el Cutrofiano, ambos equipos de Lecce, cuando los aficionados la tomaron con el árbitro, un chaval de sólo 17 años y agredirlo. El motivo: había señalado un segundo penalti para los visitantes. Recibió un puñetazo y tuvo que correr hacia el vestuario ante las amenazas del resto de seguidores. De ahí, al hospital.

Hasta aquí, todo demasiado normal. Sólo hay que ver lo que ha sucedido esta semana en Valencia. Lo insólito fue la reacción del presidente del club de los agresores. Rosario Fina, lejos de pedir disculpas, lo tuvo claro: “Fue demasiado poco. Si estuviese en mis manos lo habría matado” declaró. El vídeo con sus declaraciones fue publicado en la propia página de Facebook de su equipo. “El árbitro tuvo un error y tuvo que ser castigado. Sólo fueron dos bofetadas”, se justificó.

Este sujeto ya fue inhabilitado durante 13 meses por agarrar la camiseta del árbitro al terminar un partido la temporada pasada. El presidente de la Federación de la región de Puglia ha dicho que gente así “sobra en el fútbol” y que espera la “mayor sanción posible”.