Un entrenador le da un puñetazo en la cara al árbitro
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Los más de cien aficionados que se dieron cita en el campo de A Charca para presenciar el partido de Segunda Autonómica entre el Abanqueiro y el Furia tuvieron que marcharse antes de que se cumpliesen los 90 minutos reglamentarios, ya que el colegiado Fernández Lodeiro dio por concluido el partido en el 55 tras ser agredido cuando el marcador era de 0-2 para los de Valga. En el acta, el árbitro recogió que el entrenador local, Ramón Alberto Ares, le dio un puñetazo en la cara.
Las desavenencias con el responsable de impartir justicia comenzaron en el minuto 35. El colegiado expulsó al meta local por derribar a un contrario fuera del área y ver la segunda amarilla. El Abanqueiro reclamaba que la acción debía ser anulada, pues el rival estaba en fuera de juego.
A continuación, una dura entrada de un futbolista visitante provocó las airadas protestas de un auxiliar del conjunto boirense, que también fue expulsado.
Tras la reanudación, los ánimos estaban muy calientes. El colegiado reflejó en el acta que en el minuto 55 mostró tarjeta roja al preparador del Abanqueiro y, a continuación, este «entró unos dos metros en el terreno de juego a increparme y que no lo podía expulsar. Acto seguido, y de una forma extremadamente violenta, me agarró de la camiseta rompiéndome un botón. Intenté apartarme y me propició un puñetazo con gran fuerza en mi cara, impactándome su puño cerrado en mi pómulo izquierdo y en el labio».
En el documento también reflejó que, tras el golpe, «jugadores de ambos equipos y los delegados separaron al preparador».
El árbitro pidió la presencia de la fuerza pública y suspendió el partido. A continuación, se trasladó a un centro sanitario de Santiago para que lo vieran los facultativos.
Versión del entrenador
La versión del colegiado difiere de la del entrenador, Ramón Alberto Ares. Reconoció que lo agarró y le puso la mano en la cara pero «en ningún momento lle peguei».
Alberto Ares comentó que no le protestó y que el trencilla «veu a por min. Estamos sufrindo unha auténtica persecución que non é normal», subrayó.
El entrenador comentó que su forma de actuar no fue la correcta y se pondrá en contacto con la federación y el colegiado para disculparse, aunque insistió en que lo que refleja el árbitro en el acta es mentira. Ahora será el comité de disciplina el que tome las decisiones e imponga las sanciones que estime oportunas, ya que faltan por disputarse 35 minutos de un partido que ganaban los de Valga por 0-2.
Fuente: lavoz.es

Comentarios
#1
Pues el club expulsado de la competición y el entrenador, excluido de por vida. Y a otra cosa.