La semana más difícil de Diego Abal
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Cuando a un gol polémico se le suma la discrepancia con el asistente, la curiosa imagen de una defensa parada y un país con la pasión de Argentina, el árbitro sabe que le espera una semana muy complicada. Todo comenzó con la jugada que comentamos en arbitro10 (La polémica estalló en el San Lorenzo-Colón). Primero vino el análisis, en el que varios exárbitros criticaron su decisión. Luego llegaron las amenazas.
La intimidación fue confirmada por Pablo, hermano del colegiado. "Me dijeron que me van a prender fuego la casa, que van a tirar bombas, que van a matar a Diego, a sus hijos". Esta vez las redes sociales avivaron la llama de la indignación. "Recibimos amenazas porque el teléfono de mi casa (vive junto a la madre) se filtró en las redes sociales. No piensan en nosotros y tenemos amenazas de bomba, de que nos van a quemar la casa, que me van a matar a mí, a Diego, a sus hijos".
El relato de Pablo Abal resulta estremecedor. "Llamé a la policía porque hubo un auto parado enfrente de la casa por dos horas. Lo único que pido, es que sepan que un árbitro es como un jugador, y que hay una familia sufriendo detrás de cada partido", concluyó en declaraciones a radio La Red.
Se reafirma en su decisión.
Pese a que diversas fuentes afirmaban que Abal había reconocido su error, en sus primeras declaraciones públicas dijo que mantenía su postura de que el gol había sido legal. “El asistente (Julio Fernández) vio una cosa y yo vi otra. El jugador de San Lorenzo (Palomino) cuando rechaza la saca para el lado de Higuaín. Es un mal gesto técnico. Después tenemos la mala suerte que se quedan todos parados porque levantan la bandera y termina en gol. Sigo pensando de la misma forma, para mí, no hay fuera de juego, pero después la veremos tranquilos en la Escuela de Árbitros”, explicó el juez. Y agregó: “El reglamento cuando habla de pifia o pase atrás no especifica nada y debemos interpretar”. Por último, se refirió a los incidentes protagonizados por los hinchas de San Lorenzo. “Estamos mal acostumbrados a la violencia”.
Pese a estar convencido de su acierto, la Comisión de Arbitraje no piensa igual y dicen que Diego Abal estará dos semanas en la nevera. El final de una semana en el que fue el centro de atención del fútbol argentino.