Lo que nos faltaba: las máquinas también se equivocan

Con una nueva polémica por un gol fantasma en España (en el Barcelona-Deportivo), crecen las voces que exigen la implantación en nuestra Liga del sistema del ojo de halcón. Mientras, muchos empiezan a dudar del VAR como solución a los problemas. Entre todo este ruido, lo que nos faltaba: las tecnología también puede fallar.

Sucedió en el partido de la primera división francesa que jugaron el Troyes y el Amiens, donde el DAG (Detección Automática de Goles) falló de manera estrepitosa. El árbitro del partido, François Letexier, anuló un gol del equipo local nueve minutos después de que su reloj validara inicialmente el tanto con una señal vibratoria y el árbitro lo diera por bueno. Pese a que el balón entró finalmente en la meta en una segunda acción, la jugada ya estaba anulada.

Las protestas de los jugadores y técnicos del Amiens no tardaron en producirse y nueve minutos después de discutir en la banda y tras comprobar la jugada en un monitor que demostró que el balón no había traspasado por completo la línea de gol, el colegiado anuló el gol.

El árbitro del partido ofreció una rueda de prensa posteriormente para explicar lo sucedido y reconocer que el ojo de halcón había “fallado” y que la siuación vivido lo había puesto a él “en dificultades”.