Cuando la nueva norma del saque de meta perjudica al ejecutor

¿Os acordáis cuando defensas y atacantes esperaban fuera del área para tocar la pelota? Parecen partidos de hace de un siglo, pero apenas tienen un par de años. Nuestro ojo ya se ha adaptado a los nuevos saques de meta y tiros libres a favor del equipo defensor en un propia área. Desde que no es obligatorio que el balón tenga que salir del área para estar en juego, nos hemos acostumbrado a ver compañeros del ejecutor cerca del balón para recibir un pase en corto.

Esto nació como una clara ventaja para un inicio del juego más fácil por parte de los equipos, que pasaron a tener la opción de jugar tranquilamente el balón mientras los rivales debían esperar fuera del área. Sin embargo, el exceso de confianza jugó una mala pasada este fin de semana a los jugadores del Llerenense, de la Tercera División extremeña, lo que les costó recibir un gol legal del Cacereño.

Ni qué decir tiene que, en un primer momento, intentaron culpar a la árbitra de su propio error. Y es que el gol es totalmente legal: un vez que el balón es golpeado con el pie y se mueve claramente, todos los futbolistas pueden disputarlo. Los jugadores del Cacereño esperaron ese momento fuera del área, como marca la Regla 15. Incluso la norma prevé una posibilidad de que el gol fuese legal aún con los atacantes dentro del área en ese momento inicial: si la están abandonando y se aprovechan de un saque rápido del equipo rival.

No fue la única jugada curiosa de saque de meta de esta semana. En Segunda División, el Sabadell consiguió el empate ante el Almería gracias a un tiro libre indirecto provocado por un resbalón del portero al ejecutar el saque. En su caída, tocó por segunda vez la pelota. Antes de la nueva norma, como el balón no se consideraba en juego, el saque se repetía. Ahora, ya pudo ser sancionado con indirecto. Para el análisis queda la forma de reanudar, con un atacante delante de la barrera, aunque aparentemente a más de un metro.