El análisis de un error explicado por el propio árbitro
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Achacar nuestros fallos a la mala suerte o incluso negarlos no es buena solución para mejorar. Seguro que siempre hay algo que pudimos cambiar para haber acertado. Cuando el error propicia un ascenso a la Liga Postobón (la máxima categoría de Colombia) y hay cámaras, el árbitro pasa uno de los peores de los momentos de su carrera.
Ulises Arrieta no se escondió y explicó por qué no vio la mano en una entrevista para el Heraldo. Y esta entrevista nos parece especialmente significativa.
¿Por qué no vio la mano de Lazaga?
Aquí hay dos cosas muy puntuales. Primero, hubo un balón en picabarra. En ese instante, volteo la mirada hacia el asistente de línea (Wilson Berrío) y no sanciona nada con relación a si el balón entró o no, cuando vuelvo a ver la acción ya la pelota está dentro. Por eso no vi la mano del delantero.
Es decir, si usted no mira a su línea tratando de confirmar si hubo o no gol, ¿habría visto la acción de Lazaga?
Exactamente. Fue una cuestión de milésimas de segundos.
¿Pero no le llamó la atención el permanente reclamo de los jugadores y de la banca del Quindío?
Sí, pero eso no era suficiente motivo como para retractarme en mi decisión.
A usted lo llama el asistente uno (Humberto Clavijo), ¿qué le dijo?
Él me pregunto: ¿qué viste? Y luego me dice que vio una mano, pero que no alcanzó a divisar si fue de un defensor del Quindío o de un jugador de Cúcuta.
¿Eso le dio pie para seguir en su posición o comenzar a dudar acerca de lo que usted en ese momento estaba convencido?
Me mantuve porque desde mi perspectiva no vi la mano y ninguno de mis asistentes me pudo contradecir. Si hubiese una información clara y contundente en contra de mi punto de vista, yo me hubiese retractado.
¿Cuándo se da cuenta de su error?
En el camerino nos comenzaron a mandar los videos vía celular y ahí sí me di cuenta de mi error.
¿Qué fue lo primero que se le vino a la cabeza?
Que el jugador me engañó y que ese error iba a definir un partido que estaba siendo bien llevado y lamentablemente todo cambió por eso.
Nada de lo que cuenta el árbitro nos resulta extraño y nos debe servir para recordar conceptos. ¿Por qué tenemos tanta prisa en mirar a los asistentes y nos olvidamos del juego? ¿Por qué el asistente tampoco vio la mano? ¿Aún estaba centrado en el gol fantasma y se descentró? ¿Debió tirar el árbitro de intuición y anular el gol a instancias del débil comentario de su asistente uno?
Al autoanálisis que hace el árbitro le sumamos otro factor de error: la colocación en el saque de esquina. En la frontal del área, sin perspectiva lateral, con muchos jugadores por delante y permaneciendo demasiado estático.
Por cierto, antológica la respuesta a la última pregunta de la entrevista.
Pregunta: Usted y su familia son cristianos, ¿cree que una jugada como esa debe llamársele la Mano de Dios?
Respuesta: Dios no es injusto, ni premia la deslealtad y eso fue deslealtad con el fútbol.
Comentarios
#1
Empecemos que la ubicacion del arbitro no fue la mejor, salvo que su lectura del partido haya sido que anteriormente en algunos tiros de esquina le jugaban el balon en corto, esa fue la razon de que se ubico en ese lugar (de eser así correctamente ubicado); pero una vez que el balón salió hacia el área debio ser más precavido y moverse más hacia la izquierda de su posición para tenere una mejor visión. Aqui el asistente no tiene nada que ver, el debió seguir la jugada en todo momento.
Como una jugada tan situacional define un partido y creo que todos los que estamos imbuidos en el fútbol debemos sacar conclusiones de esta jugada, para hablar de ubicación, trabajo en equipo.
Por lo menos asi lo veo yo, salvo mejor parecer