El doble gol en el minuto 93: el del delantero... ¡y el del espontáneo!

Se jugaba el River-Boca, el Barça-Madrid, el Peñarol-Nacional del fútbol hondureño. Olimpia frente Motagua. Perdían los primeros 1-2 y buscaban el empate a la desesperada, cuando un niño entró en el campo a jugar con su pelota. Curiosamente, en ese momento, el balón del partido entra en las redes. Un segundo después, marca gol el espectador. Las imágenes hablan por si solas.

Cuentan las crónicas que desde que el seguidor del Olimpia saltó la valla donde estaba concentrada la afición de su equipo, hasta que salió de la cancha y volvió a las gradas saltando de nuevo la cerca, esta vez por el extremo sur, transcurrió un minuto. No fue el único que entró indebidamente en el campo: antes lo había hecho un niño de apenas tres años de edad, que obligó a parar el partido para que fuese sacado en brazos por un jugador.

El lío en Honduras es tremendo. El entrenador del Motagua pidió la revisión del partido por fallo técnico Para Amílcar Burgos, miembro de la Comisión Nacional de Arbitraje, Óscar Moncada y sus asistentes "actuaron bien", porque el colegiado central hizo su propia lectura e interpretación y aplicó el reglamento sobre el "cuerpo extraño".

Mientras, el portero del Motagua ironizó diciendo que solo faltaba que el árbitro Óscar Mondada indicara que el partido finalizó 3-2 a favor del Olimpia y que era la primera vez que miraba algo tan insólito como lo ocurrido el domingo en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.

La Regla 3 es muy clara respecto a cuando se debe detener el juego por presencia de un espectador 

Si un miembro del cuerpo técnico, sustituto, jugador sustituido, jugador expulsado o agente externo entra en el terreno de juego, el árbitro deberá:

• detener el juego únicamente si hay una interferencia en el juego;
• hacer que la persona salga del terreno de juego cuando se detenga el juego;

Además, añade cuando puede ser válido un gol: se anulará si este "agente externo" interfirió en el juego e incluso puede ser válido si su objetivo, aún interfiriendo, era evitarlo.

El debate, pues, es si el espectador interfirió o no. Vistas las imágenes da la sensación de que ni lo miraron y el gol parece surrealista, pero legal. El del delantero, claro está. El del seguidor no subió al marcador. 

Os dejamos la secuencia completa