Un jugador es amonestado por atender una llamada en el banquillo
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Fútbol y trabajo no siempre son compatibles, pero muchos intentan compatibilizar al máximo el deber con su afición. Por eso, el deporte aficionado vive muchas veces situaciones curiosas, como la que le sucedió este domingo a Rubén Barluenga, jugador de la Preferente aragonesa.
Según cuenta la cadena SER, el jugador del AD Tardienta, de la Preferente aragonesa, fue expulsado por doble amarilla. Lo curioso es la manera en que recibió la primera: por coger el teléfono móvil en el banquillo, después de pedir permiso al árbitro para salir a atender la llamada.
"Trabajo en un campo eólico y tengo que estar las 24 horas del día atento al teléfono por si hay alguna urgencia. Sabía que existía la posibilidad de que me llamasen porque había mucho viento y podía haber una urgencia", ha dicho el propio Barluenga en Carrusel Deportivo.
El jugador pidió a los colegiados autorización para coger la llamada: "Me dijo el línea que sin problemas, así que la atendí". La sorpresa se la llevó cuando, tras colgar, volvió a entrar al campo, previo permiso, y el árbitro le sacó tarjeta amarilla. En los últimos minutos de partido vio la segunda por protestar.
El colegiado del encuentro amonesta en el minuto 62 al jugador RUBEN BARLUEGA VIÑUALES por “utilizar un sistema electrónico de comunicación”. Sin embargo, el Comité de Competición de la Federación Aragonesa de Fútbol ha decidido retirar la tarjeta a Barluenga. Esta es su resolución:
"El AD TARDIENTA ha formulado las alegaciones que a su derecho han convenido en el sentido de que dicho futbolista, solicitando el permiso del colegiado, debió atender una llamada telefónica por cuestiones laborales.
Preguntado el colegiado al respecto y siendo conocedor de las alegaciones presentadas por el club expone que efectivamente el jugador objeto del correctivo solicitó su permiso para abandonar momentáneamente el terreno de juego aunque no especifica si aquél le informó de sus intenciones o necesidades para tan inusual circunstancia.
Así las cosas, el literal de la norma establece al respecto que Se prohíbe el uso de todo tipo de sistemas electrónicos de comunicación entre los jugadores (lo que incluye a los sustitutos, jugadores sustituidos y jugadores expulsados) y/o el cuerpo técnico. Hecho que evidentemente no se produjo ya que Barluenga Viñuales no se comunicó con ningún compañero ni, previsiblemente, miembro del cuerpo técnico pues se encontraban en el banquillo. Todo parece indicar, por tanto, que se trató de una circunstancia excepcional e indudablemente ajena al desarrollo del partido.
Por todo lo anterior, valorando las circunstancias concurrentes, este órgano de disciplina considera que debe anular la referida amonestación y no aplicar las consecuencias disciplinarias que de ella se derivarían"
Sin objetar la lógica de una resolución que no desacredita al árbitro, es curioso que se base en un texto antiguo de la Regla 4. Desde este año, el texto ya no habla de la prohibición de "sistemas electrónicos de comunicación entre los jugadores y/o el cuerpo técnico", sino que es más restrictivo y, en su literalidad, los prohibe de forma absoluta, salvo por cuestiones de seguridad. Este es el nuevo texto:
"Los jugadores (lo que incluye a los sustitutos, jugadores sustituidos y jugadores expulsados) no tienen la autorización de llevar o utilizar ningún tipo de equipos electrónicos o de comunicación (excepto donde se permita el uso de EPTS). Se prohíbe el uso de todo tipo de sistemas electrónicos de comunicación por parte del cuerpo técnico, salvo en lo que respecta exclusivamente al bienestar y la seguridad del jugador".
Por si hubiese alguna duda, en las explicación del cambio, la IFAB lo explica de la siguiente manera.
La nueva formulación aclara completamente que, aparte de los dispositivos EPTS, los jugadores no deben usar ni llevar ningún tipo de equipo electrónico o comunicación (como cámaras, micrófonos, auriculares, etc.). Esto tiene por objeto preservar la integridad del juego y que nadie pueda comunicarse con los jugadores durante el partido, con excepción de la información táctica verbal ‘transparente’ de los entrenadores.