La autoridad: cuando escapar sólo sirve para perderla

Buscando por la red, encontré este vídeo de Brasil. Hasta a la persona que lo colgó le llamó tanto la atención la “huida” del árbitro, que contó los pasos que dio hacia atrás: un total de 55. ¿Para qué? ¿Evitó así la protesta masiva?

No estamos hablando de situaciones de posible agresión, donde si hay que escapar por patas, se escapa. Estamos hablando de un acto inconsciente, una reacción normal cuando nos vemos acosados por cinco jugadores: retroceder. Es lo que nos pide el cuerpo y todos hemos caído en ello, aunque quizá no de forma tan exagerada.

¿Es una solución? Nunca. El futbolista quiere protestar y por cada cinco pasos que demos hacia atrás, él dará cinco hacia delante. En ese camino, a cada paso, mostraremos más debilidad y perderemos autoridad. No calmaremos los ánimos en absoluto.

Hay que ser más firmes, que no chulos. No es cuestión de hinchar pecho ni encararse, pero mantenerse en el sitio. Pequeños trucos, como estirar la mano sin tocar al jugador, con gesto de marcar distancia, ayudan a frenar el ímpetu. Y, evidentemente, si hay que amonestar, se amonesta.

¿Qué opináis? La verdad es que el vídeo me parece muy pedagógico.