La expulsión de Mendilibar por un balón que sale del banquillo
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Se jugaba el minuto 89 en El Sadar en el partido Osasuna-Sevilla. La tensión se respiraba en el ambiente. Los locales vencían 2-1, un triunfo que les aseguraba una sufrida permanencia. Con el balón en juego, se lanza otra pelota desde el banquillo local para intentar parar el partido. El cuarto árbitro ve el hecho. Mendilibar, ya relajado y sonriente, contó la historia así en un programa de radio nocturno.
“El cuarto árbitro me pidió que identificase al que había lanzado el balón y yo le dije que cómo lo iba a saber si estaba concentrado en el partido. Entonces, avisó al árbitro y me echó como responsable. Creo que desde hace un año la norma es así”.
Con la permanencia en el bolsillo, Mendilibar aclaró algo que los comentaristas del programa no supieron explicar: su expulsión, según las normas que rigen en España, es justa. Así lo recoge la Circular nº 3 del CTA del año 2011/2012:
"Cuando el lanzamiento de balones se realice, al menos en una ocasión, por cualquier futbolista o por cualquier integrante de los banquillos, la actuación se considerará no correcta y supondrá la expulsión directa del autor del mismo. En caso de que no pueda identificarse directamente por el árbitro al autor, el primer entrenador del equipo al que pertenezca el autor será expulsado del terreno de juego por la comisión de una actuación no correcta"
De hecho, el acta así lo redacta: “En el minuto 89 se lanzó un balón desde el banquillo local al terreno de juego, cuando estaba el balón en juego. Al no poder haber sido identificado el autor del lanzamiento, fue expulsado el entrenador del equipo local”.
Por cierto, si esta acción en vez de partir desde el banquillo es causada por los recogepelotas, el expulsado será el delegado de campo. Ni él ni el entrenador han hecho nada, pero son responsables del equipo en su faceta.
