Je suis arbitre! (1): Buscando un club que me patrocine
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Ahí estaba yo, otra vez en otro sitio, como siempre. Sólo hacía dos años que había llegado a Toledo, justo cuando empecé con esto del arbitraje. En ese tiempo llegué a 1a División autonómica, y seguía motivado para seguir ascendiendo e ir a escalón por año, pero entonces sucedió que a veces la vida cambia de rumbo, y terminas en un sitio en el que no te imaginabas que ibas a estar, haciendo cosas que nunca se te habían ocurrido.
Llevaba una semana en París y arbitrar en la Ciudad de las Luces era algo que me rondaba la cabeza desde que supe que me iba. Cuando vivía en Londres no arbitré, y en esta ocasión no estaba dispuesto a cometer el mismo “error”. Era una oportunidad estupenda para seguir haciendo lo que me gusta, que podía compaginar con los estudios, conocer a gente y de paso pagarme el gimnasio y el abono del metro.
Antes de venirme ya había intercambiado algún email con la CDA (en España el CTA) de Paris, así que al poco de llegar me vi en el tren que me llevaba directo a la puerta de la Federation Française de Football. Las sesiones de formación de árbitros aspirantes ya habían pasado, y tenía la esperanza de no tener que empezar desde cero. Me recibieron con los brazos abiertos y tuvieron en cuenta que tenía cierta experiencia arbitrando. Me facilitaron todo, me explicaron lo que tenía que hacer, y enseguida posamos todo en marcha. Una de las cosas curiosas es que por cada despacho al que entré, por cada sala por la que pasé, un apretón de manos con todos los presentes era lo habitual, fuera el Director o técnico informático. La buena educación francesa supongo.
Viajar nos abre la mente, nos hace comprender que hay muchas maneras de hacer las cosas, muchas maneras de pensar y una vez más lo comprobé por mi mismo: un requisito indispensable para empezar a arbitrar era buscarme un club. ¡¿Un club?! Sí, un club de fútbol. Había pasado de tener prohibido tener ficha con un club, y entrar en la tendencia de evitar toda relación posible con ellos (por eso de que no nos coloquen su escudo con photoshop) a tener que buscarme uno. Sin tener muy claro aún el objetivo de esta relación árbitro-club, comencé a buscar. Al poco tiempo di con uno que me habían recomendado en la CDA, el Olympique de Neuilly, que además quedaba cerca de mi casa. Me puse en contacto con el presidente y enseguida tuvimos una reunión.
La relación que establecíamos era una especie de patrocinio, me explico. Yo como árbitro pertenezco a ese club, le represento. Ellos, a cambio, se encargaban de pagarme todo lo necesario para arbitrar (véase ropa, botas, banderas, certificado médico obligatorio y cuota anual de afiliación a L’UNAF, una organización que interviene en caso de problemas en el terreno de juego). Me compré unas zapatillas, el maillot officiel d’arbitre de la temporada, las banderas y una bolsa (el pito y tarjetas vinieron previsiblemente de España). El club cumplió su parte y me financió todo. Sinceramente, tener todo eso otra vez me hizo sentir más feliz que una perdiz, como un niño con zapatillas nuevas, literalmente. No veía el momento de calzarme la equipación en el campo. Hasta ahora arbitrar me iba a salir gratis, pero algo debía obtener el club a cambio. Ley del mercado, puro capitalismo.
El presidente me pidió que me implicara en la vida del club (reuniones, charlas técnicas, entrenamientos si quisiera…) y que aceptara arbitrar algún torneo y dar charlas a los jugadores sobre reglamento y maneras de relacionares de forma “inteligente” con el árbitro durante un partido. Para mí, y todos los que son de INEF lo comprenderán, esto más que un sacrificio me supuso una alegría. Una nueva oportunidad de conocer gente, descubrir sistemas de entrenamiento, de pasar más tiempo en la pista, en el campo, con las botas o las zapatillas puestas.
Hablando de zapatillas, a los pocos días hice las primeras pruebas físicas. Otra vez me vi en la pista de atletismo, en ese tartar rojizo que por mucho que pises, el día de las pruebas te hace subir la adrenalina. El sistema es más o menos el mismo que en Castilla-La Mancha, cada uno con su peto, una horita de retraso, y árbitros corriendo. Como en casa vamos. Superadas con éxito, sólo me queda esperar a que mi licencia llegue al club, (ya que quien la tramita no es la CDA sino un organismo superior) momento en que empezaré a recibir designaciones.
Abro esta nueva sección en el blog porque yo mismo había seguido con curiosidad a otros árbitros que contaban sus experiencias, sus anécdotas… Al igual que ellos hicieron, espero poder contados reflexiones interesantes, y quién sabe, si el día de mañana, vosotros mismos os veréis donde estoy yo ahora.
Comentarios
#1
Es una idea que a mi ha pasado muchas veces por la cabeza. Seria muy interesante que en cada club hubiera mínimo un arbitro, que diera charlas de reglamento y charlas sobre como trabajamos los árbitros. También ayudaría a generar mejores relaciones árbitros-clubs, y tendríamos un equipo con el que posiblemente trabajar físicamente, y prepararnos en partidos amistosos que al club no le costasen ningún euro y que nosotros como árbitros aprovecháramos para ponernos a punto.
Serviríamos como enlace, club-federación-comité técnico de árbitros, mejorando la comunicación.
Creo que no es nada descabellado tener algo así, por desgracia en España, y en el mundo entero, los árbitros somos el enemigo publico, y cualquier acercamiento a día de hoy parece complicado.
Carlos Navas
Arbitro de Futbol Sala
Federacion Catalana de Futbol
#2
Espectacular crónica! Mucha suerte, esperamos ansiosos la segunda parte
#3
MUY BUENO!! Ya nos contarás que tal tu debut y que diferencias notas entre el fútbol y público de España y el de Francia. Supongo que para dodo esto, habrás necesitado buen nivel de francés no?
#4
Sigue contándonos tus experiencias. Que suerte! La ropa es Nike y la bolsa Adidas, no escatiman. Ya nos contarás como te van los partidos. Un saludo desde España!!
#5
¡Excelente artículo! Muy curioso el hecho de que, en París, uno haya de buscar un «mecenas» para poder arbitrar. ¡Espero que sigas relatando tus vivencias arbitrales una vez que llegue la licencia!
Un saludo desde Madrid,
David