Cuando el peor enemigo del árbitro es… ¡su asistente!
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De las cosas más curiosas que encontramos en las excelente crónicas de nuestra sección “Arbitrando por el mundo” es que en muchos países los árbitros asistentes son puestos por los propios clubes. Es decir, que en la banda se ponen sustitutos o dirigentes del equipo. El éxito de la fórmula depende de su honradez.
Jorge, desde Londres, nos contaba que en el fútbol inglés funcionaba bastante bien. Sin embargo, Ángel Modia, español que dirigió partidos en Roma, tuvo que expulsar a ocho de sus asistentes debido a que se le notaban demasiado los colores. Podéis leerlo aquí: Arbitrando en Roma (2): ¡Ocho asistentes expulsados!.
Es precisamente en Italia donde se dieron las imágenes del vídeo. El árbitro señala un penalti, el asistente “di parte” no está de acuerdo y entra a protestar e incluso a amenazar con el banderín. El árbitro ni se inmuta, como si ya estuviese acostumbrado al forofismo de sus “colaboradores”. Finalmente, el asistente “hooligan” es frenado por sus jugadores. Y es que este árbitro tenía al enemigo en casa.
Comentarios
#1
pues menuda solución... jajaja mejor sin asistentes digo yo
#2
no me jodas que ese es el linea !!!!? si casi no pode andar, jajaja
#3
Bueno igual tenia razon el linea, ya que el arbitro si permite que el portero vista los mismos colores que su equipo.. seguro que no es muy bueno.... jejejej
#4
En Argentina,en ligas regionales; los partidos de juveniles, infantiles, etc... se dirigen sin asistentes o con uno solo de ellos. Obvio que es más dificil, pero también evitamos este tipo de polemicas.
#5
En muchos países, para que los partidos tengan el trío arbitral que exigen las reglas (un árbitro solo no puede dirigir bien un partido, es un hecho), se recurre a los jueces de línea locales, que aporta el equipo organizador. Esto era así también en España hace algunas décadas. El problema es... pues esto mismo... para abaratar nos cargamos la neutralidad.