“Me arrepiento de lo que hice, pero no por esa persona”

“La verdad es que se ha liado una buena”. Con estas palabras entona su “mea culpa”, Francisco del Olmo, el árbitro catalán que subió a la grada para encararse con un aficionado. “Yo estaba buscando a una persona que me dice de todo” durante el partido, cuenta en el vídeo de Cuatro. “No estoy orgulloso de lo que hice, pero la gente debería pensar un  poco mejor antes de humillarme. No me reconozco ni yo”, confiesa.

Después de admitir que perdió los papeles, reflexiona sobre los aficionados. “Lo mismo que me hicieron a mí, que tengo 41 años se lo hacen a uno de 16. No les da vergüenza ninguna escupirte. A mí también me gustaría que me vinieran a verme, pero tú imagínate a mi madre al lado y al otro llamándome hijo de puta”: Del Olmo concluye: “Me arrepiento por lo que he hecho, pero no por esa persona. No merece mi arrepentimiento hasta que no me pida disculpas”.

Entrevista en Sport

En otra entrevista, en esta ocasión al diario deportivo Sport, Del Olmo se ratifica en su arrepentimiento: “lo que hice no está nada bien y el sábado por la noche no pude dormir”. Pese a eso, da más detalles: “Ese hombre me humilló. Me dijo en la cara cobarde, hijo de puta, cagón... y me hizo perder los nervios”.

Además, asegura que “las imágenes no recogieron todo lo que ocurrió. Cuando le di el empujón y lo eché hacia abajo, entre unos cuantos aficionados me agarraron, me tiraron contra la pared y él empezó a darme manotazos. Eso no se ha visto en televisión y ahora parece que yo sea un delincuente. Ya está bien que la gente piense que los árbitros somos unas marionetas a las que les puede decir de todo. Antes que árbitros somos persona”. Y para Del Olmo, lo peor de todo es que “los niños van al campo de fútbol, ven que la gente mayor insulta a los árbitros y crecen creyendo que eso es normal. Es muy triste ver después a jugadores de 14 años que insultan al árbitro, y eso ocurre muy a menudo...”.

Del Olmo, que se expone a una sanción, tiene claro que seguirá dirigiendo partidos. “Solo dejaré de arbitrar el día que me de miedo pitar un penalti”.