Un árbitro heroico también fuera de la cancha
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Un joven árbitro del Torneo Argentino B de fútbol fue baleado en esta ciudad cuando intentó impedir que "motochorros" le robaran a una vecina y anoche seguía internado en grave estado.
La víctima del ataque es Carlos Guiotto, un hombre de 27 años que el sábado por la noche, cuando ocurrió el incidente, se disponía a preparar un asado para festejar su cumpleaños, con amigos, en su casa de la calle 77 entre 1 bis y 2. En verdad, había cumplido años el lunes pasado, pero ese día la celebración se había limitado a familiares y allegados en Patricios, su pueblo natal, según explicó su padre, Carlos, a la agencia de noticias Télam.
Guiotto, árbitro del torneo del interior organizado por la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), estaba a punto de iniciar el asado cuando oyó gritos que provenían de la calle. Salió a ver qué ocurría y vio que una vecina era asaltada por dos "motochorros". Quizá sin pensar en las consecuencias, corrió a auxiliar a la mujer, que se aferraba a su cartera, el objetivo de los malhechores.
Guiotto no pudo evitar el robo. Los ladrones huyeron en la moto con la cartera de su vecina. Pero, mientras lo hacían, uno de ellos se dio vuelta y disparó contra él. La bala lo alcanzó en el abdomen y el joven árbitro se desplomó, mientras empezaba a manar abundante sangre de la herida.
Afortunadamente, justo entonces llegaba uno de sus amigos para compartir el asado de cumpleaños. Ese hombre auxilió a Guiotto y lo llevó al hospital San Martín, de esta ciudad, donde hasta anoche permanecía internado en terapia intensiva.
Desde el centro asistencial se informó que ayer, a última hora, el estado de Guiotto era "crítico", y que estaba "compensado", aunque con asistencia respiratoria. Las fuentes médicas explicaron que a poco de ser ingresado en el hospital al paciente se le extirpó el bazo y se le practicó un drenaje para eliminar la sangre presente en la cavidad pleural; esta mañana será sometido a una nueva intervención en el abdomen.
Luciana, la mujer del árbitro baleado, dijo ayer a la prensa que el joven "tiene que vivir, porque hay un bebe de ocho meses que lo está esperando". Hablaba del pequeño hijo de ambos. La mujer dijo estar viviendo "un momento desesperante", aunque ahora tiene "un poco más de esperanza".
En tanto, el padre de Guiotto opinó, en relación con la inseguridad que se abatió sobre su hijo, que "algo tiene que cambiar", porque "esto es un infierno". Dijo que en Patricios estaba "acostumbrado a la tranquilidad total" y que en la ciudad, en cambio, la vida es "totalmente distinta". "Alguien tiene que hacer algo políticamente", reclamó.
Anoche, la policía no había logrado identificar aún a los autores del ataque.
Fuente: lanacion.com.ar
