Falsa alarma: los hinchas alemanes no lanzan iPhones

Tras marcar el gol del empate a uno, Uche cayó lesionado y fue atendido por los servicios médicos del Villarreal, encabezados por Adolfo Muñoz. Lo curioso vino después, cuando el colegiado recibió un teléfono móvil encontrado por un jugador del Borussia MG sobre el césped y se lo cedió al cuarto árbitro, seguramente pensando que había sido lanzado desde la grada, para luego incluirlo en el acta del partido, con la consiguiente sanción que ello hubiese acarreado.

Además, el trencilla hizo gestos a su asistente para que reprendiesen al público por megafonía sobre el lanzamiento de objetos al campo. El teléfono resultó ser propiedad de Adolfo Muñoz, que, al percatarse de que había extraviado su aparato, trató de convencer al supervisor de la UEFA de que era de suyo, aunque este en un principio no parecía convencido con las explicaciones del galeno del Submarino amarillo. Finalmente, tras dejar que Muñoz le demostrase que el teléfono era suyo, el delegado UEFA se lo devolvió.

Fuente: as.com