¿Una cesión al portero después de que el balón rebote en el poste?

Cuando todo el mundo esperaba que el portero controlase el balón con el pie, sucedió lo inesperado. El guardameta falla e inicia una agónica carrera para evitar un gol que sólo el poste evita.

Después, el guardameta se “olvida” de que no puede tocar el balón con las manos y lo recoge. Para su fortuna, el árbitro también se ha despistado. Incluso el delantero tarda en reclamar una jugada que por atípica es normal que nos coja fríos.

¿Es cesión? Sin duda. Que el balón toque en el poste no anula el hecho claro: una cesión voluntaria del defensa con el pie seguida de un control del guardameta con la mano.

Y ya que estamos. ¿Qué pasaría si el portero llega a evitar el gol despejando el balón con la mano? ¿Sería expulsión? En ningún caso, ya que la cesión jamás es amonestación o expulsión.

Nota: Con los cambios de junio de 2019, esta acción ya no sería infracción, ya que el portero hace intención clara de golpear el balón para ponerlo en disputa.