El árbitro pita los seis segundos al portero y el rival marca sacando rápido
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Último minuto de partido entre Belgrano y Banfield. El portero ataja en balón con sus manos, se monta una pequeña discusión en área, se calman los ánimos, el arquero charla con el delantero... pasan 20 segundos y el árbitro pita indirecto. La famosa norma de los seis segundos que apenas se sanciona. El desenlace aún es más sorprendente: el portero suelta el balón y el delantero saca rápido para que un compañero marque a placer. Picardía de unos, ingenuidad de otros.
El origen de la jugada. El árbitro no ve un empujón del delantero que derriba al defensa. Es una jugada de apreciación, pero que debía ser sancionada.
La discusión. ¿Debió parar el árbitro el juego por el cruce de palabras de los jugadores? Está claro que no parece recomendable que el balón esté en juego mientras hay un conato de incidente, pero pensemos que no le quedaría más remedio que reanudar con un balón a tierra que, con esa tensión y en esa zona, es posible que fuese disputado.
¿Hizo bien en señalar el indirecto? Sabemos que es una norma que los árbitros (sin que se sepa muy bien por qué) apenas aplicamos. En este caso, el portero se va a casi 20 segundos con el balón en sus manos. Como atenunate, podríamos hablar del espíritu de la Regla, que no pierde tiempo, que hay un incidente en el medio... ¡pero es que supera en 14 segundos lo permitido!
El saque rápido. No hay nada que impida lo que hizo el equipo atacante. El procedimiento es conforme a la Regla. El balón esta inmóvil, el árbitro levanta el brazo, nadie ha pedido distancia, no ha habido tarjetas ni lesionados. ¿Por qué impedirlo?